Librería Nemo de calle Doctor Collado Piña acogió la presentación de una nueva editorial, Dyskolo. Antonio Cuesta, periodista y editor, comentó a La Tribuna de Albacete las características de este proyecto, ubicado en la localidad de Albatana.
La editorial funciona desde hace algunos años, ahora en Albatana, ¿por qué esta nueva ubicación?
La vinculación es sobre todo sentimental y familiar. Hace ya más de 15 años que vivo en el extranjero, en diferentes países, un movimiento que tiene que ver con el Instituto Cervantes. En marzo hicimos siete años y en un principio nos centramos en libros digitales, ebook, pero puede que la pandemia, consecuencia de este último año tan extraño, fuese el detonante para publicar en papel, porque la mayor parte de la gente continúa leyendo en este formato. Nuestro objetivo fundamental es el fomento de la cultura y, al final, la distribución a través de internet, con los libros electrónicos, no llegaba a algo que nos satisficiera y decidimos buscar un punto de referencia para todo, desde la recepción de libros de imprenta a hacer envíos a librerías y particulares, así como esa vinculación para darme de alta como editor, y sentimentalmente, Albatana es muy importante.
El miércoles presentamos Dyskolo en la Biblioteca Pública de Albatana, en un acto muy grato, reconocimiento a una pequeña localidad, que cuenta con una editorial, espero que con dimensión internacional también.
¿Pensó también en una presentación en Albacete?
Así es, había que ampliar el círculo y Albacete tenía que ser punto de presentación de Dyskolo y los primeros libros. Tengo una amiga, también editora, que me presentó a los libreros de Nemo y la idea es también acercarme al resto de librerías para tener un contacto personal con ellos y comentarles el proyecto, los libros que sacamos.
¿Qué títulos eligieron para esta primera aventura editorial en papel?
Empezamos con una novela, Nunca más tacones altos, de una autora uruguaya, Marina Ferraro, que ha sido catedrática de literatura hispanoamericana en la Universidad de Grenoble. Me gustó tanto que le propuse abrir una colección, Mujeres que cuentan, para autoras hispanoamericanas. Una novela que integra dos relatos interesante.
Queríamos empezar también con algún clásico, otra colección nueva que se llama De memoria, y recuperar autores, conocidos, pero con obras menos conocidas. Elegimos Emilia Pardo Bazán, porque el 12 de mayo se recuerda su centenario y escogimos La gota de sangre y otros relatos policiacos. Parece que la novela negra tiene bastante atractivo y en este caso se trata de ver que Emilia Pardo Bazán fue la precursora de la novela policiaca en España, claro con un formato más cercano a los cuentos de Edgar Allan Poe. Una novela para hacer un reconocimiento a la figura de Pardo Bazán.
¿Qué planes tienen?
A partir de ahora tengo algunas cosas ya vistas. Nuestra idea es publicar cuatro o cinco libros al año y, como hemos hecho hasta ahora, poesía, algo de teatro, ensayo y novela. La idea es tocar todos los temas y, probablemente ir alternando. Tengo varias posibilidades, de momento nos centraremos en las presentaciones hasta junio y, posiblemente en verano comience a preparar nuevos títulos. Hay una trilogía de teatro muy interesante, de un autor griego que escribe en castellano o un libro de poesía de un autor de Ávila y un ensayo sobre la muerte de Pasolini. Estamos también abiertos a autores locales.