Un ataque ruso con dos misiles balísticos Iskander-M contra el Instituto Militar de Comunicaciones de la ciudad de Poltava, en Ucrania central, mató hoy al menos a 51 personas, provocando conmoción y acusaciones de negligencia a los mandos militares que habrían permitido una concentración de tal magnitud en un posible objetivo militar.
Por el momento se han contabilizado además más de 200 heridos, según informó la fiscalía del Estado, aunque las labores de rescate todavía continúan y según la administración militar regional podría haber todavía víctimas que están todavía bajo los escombros.
Según el presidente, Volodímir Zelenski, y otros dirigentes ucranianos, el ataque alcanzó una institución educativa y un hospital cercano. Zelenski también contó que el Instituto de Comunicaciones situado en la ciudad fue parcialmente destruido en el bombardeo, sin explicar si era la misma institución educativa a la que hizo alusión.
La página de Facebook del Instituto Militar de Comunicaciones de Poltava publicó tras el ataque una foto de una vela encendida que recibió numerosos comentarios de condolencia, pero también críticas por la supuesta irresponsabilidad de las autoridades que habría propiciado la matanza.
Zelenski ha ordenado una investigación exhaustiva de lo ocurrido y el Ministerio de Defensa ha anunciado que trabaja para establecer las circunstancias del ataque.
El presidente ucraniano y el resto de cargos oficiales que se pronunciaron sobre la masacre no han especificado si los muertos son civiles. Ucrania no suele informar de la muerte de militares en ataques rusos.
Críticas a los mandos militares
Algunos de los blogueros militares ucranianos más influyentes han relacionado el incidente con otros episodios anteriores en que las fuerzas rusas alcanzaron a grupos de militares ucranianos que habían sido convocados por sus mandos en lugares expuestos a los ataques rusos.
Uno de ellos, el popular analista militar Yuri Butusov, que tiene más de 450.000 seguidores en Facebook, ha pedido que se tomen medidas contra los responsables por no aplicar las medidas de seguridad necesarias para evitar este tipo de tragedias.
Por su parte, el reportero militar y activista Iliá Ponomarenko ha escrito en su cuenta de la red social X que "no es suficiente con hacer declaraciones" y ha exigido que se identifique con nombres y apellidos a quienes han cometido la supuesta negligencia para evitar que vuelvan a ocurrir hechos similares.
Canales de Telegram militares rusos como el colectivo de blogueros favorables a la invasión de Ucrania Rybar aseguran que decenas e incluso más de un centenar de militares ucranianos, entre los que habría especialistas en comunicaciones y guerra electrónica de gran valor, han muerto en el ataque.
Ante el alud de críticas y elucubraciones, el Ministerio de Defensa ucraniano ha pedido no realizar conjeturas.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania ha calificado lo ocurrido en Poltava de "pura maldad y terrorismo" por parte de Rusia, a la que ha acusado de tener como objetivo "eliminar, matar y destruir".
"Este crimen, al igual que otros, exige una respuesta contundente de la comunidad global. No solo con declaraciones sino con decisiones y acciones que hagan retroceder al mal", se lee en un mensaje publicado por el Ministerio en su cuenta de la red social X.