El matador que llenó tendidos y portadas de periódicos y revistas, Manuel Díaz González, El Cordobés (Madrid, 1968), colgó ayer el traje de luces después de tres décadas de trayectoria con el deber y con su gran reto cumplido: «Fui torero para reivindicar una verdad, la verdad de mi madre, y ya lo logré».

Su padre, Manuel Benítez, de 87 años, cortó la coleta a su hijo, como es tradición en las despedidas de los grandes toreros. Un gesto que ambos no podrán olvidar y que se produce el mismo año en el que se han reconciliado, protagonizando el momento más emocionante de la tarde en la plaza de toros de Jaén que, coincidiendo con la feria taurina de San Lucas, se vistió de gala para presenciar este acontecimiento histórico.

Una jornada especial en la que estuvo arropado por sus tres hijos, Alba, Manuel y Triana, y su mujer, Virginia Troconis.

El diestro no quiso salir en hombros en una tarde llena de emociones. - Foto: EFEEl diestro se despidió de los ruedos con honores cortando una oreja y abrazado por su padre, en una tarde triunfal de Curro Díaz y El Fandi, que se repartieron siete orejas y dos rabos.

La ovación espontánea del público sonó a reconocimiento a un torero que se ha paseado por los ruedos haciendo feliz a miles de seguidores y que ayer terminó en Jaén. Tras el paseíllo, sorteó un primer toro noble y poco ofensivo que le puso en dificultades. Tras un fuerte puyazo de la que salió el animal muy mermado, el torero brindó faena a su hermano Chema, hombre de confianza que siempre le ha acompañado.

El Cordobés puso fin a 30 años de alternativa que le han aportado numerosos triunfos y también graves lesiones que le han dejado dos prótesis de cadera de recuerdo, si bien eso no ha sido impedimento para que siguiera toreando y triunfando.

El diestro heredó de su padre el nombre artístico después de una larga lucha para lograr que le reconociera como hijo, lo que ocurrió en mayo de 2016 por dictamen de la Audiencia Provincial de Córdoba.

Recibió el 26 de septiembre de 1984 el brindis del último toro que iba a matar Paquirri. El siguiente, llamado Avispado acabó con su vida. Las trágicas circunstancias del momento colocaron al joven novillero y a su propia historia personal en el mapa.

El maestro tomó la alternativa en Sevilla el 11 de abril de 1993 de manos de Curro Romero y en presencia de Espartaco, y un mes después, el 20 de mayo de ese mismo año, la confirmó en Madrid con Armillita Chico y Fernando Lozano de padrino y testigo, respectivamente.

Con Rivera Ordóñez y El Fandi conformó una de las ternas que más gente ha llevado a las plazas en las últimas décadas.

Su presencia en las páginas de la prensa rosa también le otorgó mucha fama, así como sus apariciones en programas de televisión como MasterChef o A bailar.

Negocios

Aún así, por mucho que se despida del capote y de la muleta, no lo hará del gremio. Tiene una ganadería que surte de toros a las promotoras y es propietario de la empresa Tauro Cordobés SL de organización y promoción de festejos taurinos, así como a la contratación y apoderamiento de toreros.