«Las iglesias se vacían y los jóvenes son indiferentes»

Antonio Díaz
-

El salón de actos de la Diputación Provincial acogió la presentación del libro Nuevos caminos para una iglesia en crisis, de Celia Monteagudo García. La autora es doctora en Sagradas Escrituras por la Universidad de Delhi

Celia Monteagudo García, autora. - Foto: José Miguel Esparcia

El salón de actos de la Diputación Provincial acogió la presentación del libro Nuevos caminos para una iglesia en crisis, de Celia Monteagudo García. La autora, doctora en Sagradas Escrituras por la Universidad de  Delhi, estuvo acompañada en esta presentación, entre otros, por Javier Avilés. La escritora comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de su nuevo libro. 

El título da pistas sobre el contenido de la obra...

Pues sí, Nuevos caminos para una iglesia en crisis ya nos está indicando que la iglesia, realmente está en crisis. Este libro, el punto de partida que tiene es que las iglesias se vacían de gente y los jóvenes son indiferentes.  No quiere decir que vayan en contra de la iglesia, sino que no van. Es cuestión de plantearnos qué ha ocurrido en los últimos años que nos ha cambiado la forma de vivir en sociedad. 

¿Cuál es el motivo para que no vayan esos jóvenes?

Pues aquí lo que planteo y en lo que trabajo es que la iglesia no ha reaccionado a los desafíos socioculturales y políticos  también de la época.  

¿Por ejemplo?

La respuesta a la nueva cultura sexual y feminista, a los flujos migratorios, al cambio climático o a los cambios de gobernanza global. Todos estos son desafíos externos y unas veces la iglesia sí ha respondido, pero otras no. En la cuestión esta de la cultura sexual, ese movimiento feminista  exige que las mujeres tengan los mismos derechos que los hombres y entonces, la forma de vivir la sexualidad de las mujeres, dista mucho de la que está exigiendo la iglesia. La mujer dice: sexualidad sí, pero esto no es igual a maternidad. También aparece el concepto de familia, que ha cambiado muchísimo y ya la Organización Mundial de la Salud acepta a las familias como el conjunto de personas que viven bajo el mismo techo con vínculos consanguíneos o no, y aquí, la iglesia ya sabemos que es hombre y mujer, dentro del matrimonio y con los hijos. No ha habido ningún cambio.  

¿También tiene que ver con la identidad?

Claro, este cambio también ha tenido mucho que ver con la identidad de género. El colectivo Lgtbi sale fuera y la sociedad lo acepta, sin embargo, no vemos que la iglesia acepte abiertamente al colectivo Lgtbi. 

¿Puede se que ya no se transmita, como se hacía antes esa  doctrina?

Creo que se nos ha presentado a un Dios muy diferente, a lo mejor, de lo que realmente es y ahora los jóvenes, lo que dicen es que, con ese Dios que me castiga si tengo relaciones sexuales, como las tengo, ya estoy fuera de la iglesia. Es que siempre se sienten en pecado, porque no ha avanzado la iglesia. En lugar de ir hacia adelante y dialogar con la sociedad actual, con todos los cambios que ha habido, lo único que ha hecho es mirar hacia atrás y centrarse en una época dorada, pero era una época cultural, no quiere decir que entonces los que íbamos a la iglesia teníamos muchísima fe, por costumbre íbamos a la iglesia, pero ahora eso ha cambiado, por cultura, los jóvenes ya no van y muchos mayores, tampoco. 

¿Qué plantea en este libro?

Lo que planteo en este libro es que necesitamos dialogar, abrir ventanas y cerrar aquellas que están obsoletas. A la iglesia le han afectado muchos esos tres virus que también están afectando a la sociedad, como son el populismo, la polarización y la posverdad. Los tenemos dentro de la iglesia. 

¿Hay que abrir el sacerdocio a la mujer?

Eso ya está abierto en otras religiones. El Papa no dice nada de esto, tampoco del celibato, porque en realidad el problema de la falta de sacerdotes, dice él que es por cultura. Los protestantes tienen el mismo problema, la falta de sacerdotes, es cultural.  

¿Cuál es la clave, el diálogo?

Desde luego, el clericalismo debe desaparecer y formar a los sacerdotes en los seminarios de otra manera. Revisar los planes de estudios en los seminarios, donde se impartan otras materias, como la ecología, el diálogo interreligioso, la sinodalidad, protección de menores. Sobre todo, para que haya diálogo, lo que se necesita es escucha y discernimiento, eso es lo que nos está diciendo continuamente el Papa. Hay que derrumbar muros, como nos dice continuamente el Papa, cuánto mal hacen las mujeres y los hombres en la iglesia cuando ponen muros. Hay una polarización en la iglesia muy grande.