El 56% de los jueces de la provincia son mujeres

Josechu Guillamón
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Los puestos altos siguen en manos de hombres, aunque cada vez hay más féminas que acceden a los cargos discrecionales

Eva María Fernández Mendía y Marina Ortega Torres, en la Ciudad de la Justicia. - Foto: Víctor Fernández

El 56,14% de los jueces titulares que ejercen su función en la provincia  son del género femenino, según los datos facilitados a La Tribuna de Albacete, por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJC-LM).

Actualmente en la provincia hay 57 jueces, de los que 32 son mujeres, con lo que los hombres ocupan el 43,86% de los puestos.

En cuanto al reparto de estos puestos, hay que señalar que en el TSJ, en la Sala de lo Civil y Penal hay  tres magistrados, de los cuales uno es una mujer. En la Sala de lo Contencioso-Administrativo hay siete magistrados, de los que tres son mujeres y en la Sala de lo Social hay seis magistrados, de los cuales cinco son mujeres.

En la Sección Civil de la Audiencia Provincial encontramos a tres magistrados con plaza titular, de los que dos son hombres y uno es una mujer (aunque hay dos mujeres en comisión de servicio, que no contamos en la estadística por no ser titulares). En la Sección Penal hay cuatro magistrados, exactamente tres mujeres y un hombre.

En los ocho juzgados de primera instancia de la capital, hay cinco mujeres y tres hombres. En el Juzgado de lo Mercantil hay una mujer. En los tres juzgados de instrucción hay dos mujeres y un hombre, en los tres juzgados de lo social hay un hombre y dos mujeres. En los dos juzgados de lo contencioso-administrativo hay una mujer y un hombre.

Por otra parte, en el Juzgado de Violencia Contra la Mujer hay una mujer y en los juzgados de lo Penal hay dos mujeres y un hombre. En el Juzgado de Menores hay una mujer.

Además en la capital hay dos Jueces de Adscripción Territorial, de los que uno es hombre y el otro es mujer.

En cuanto a la provincia en el Juzgado de Instrucción de Alcaraz hay un hombre; en los dos de Almansa, un hombre y una mujer; en el de Casas Ibáñez, hasta ahora, ha habido una mujer (actualmente está vacante); en los tres de Hellín hay dos hombres y una mujer; en La Roda hay una mujer y en los dos de Villarrobledo dos hombres.

El número de mujeres que hay en los juzgados albacetenses no es más que un reflejo de la realidad. Así lo señala la magistrada Eva María Fernández Mendía titular del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Albacete. «Mi promoción de la Escuela Judicial ya superaba el 60% de mujeres y hablo del año 2001».

Algo que es más visible en las nuevas promociones, como señala Marina Ortega Torres, titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de La Roda. «En mi promoción de la Escuela Judicial había 119 mujeres (un 65,54%) y 41 hombres. La diferencia entre hombres y mujeres era abismal. Esa diferencia entre hombres y mujeres también se daba en la carrera de Derecho, había muchas más mujeres que hombres, aunque no tantas como en la Escuela Judicial».

Techo de cristal. Sin embargo, aunque cada vez son más las mujeres, lo cierto es que los altos cargos siguen ocupados por hombres. De hecho, el TSJ lo preside un hombre, Vicente Rouco. La Audiencia Provincial y la Sección Primera están presididas por César Monsalve y la Sección Primera por Manuel Sánchez Purificación.

Sin embargo, hay excepciones, puesto que la Sala Contencioso Administrativa del TSJ está presidida por una mujer, Raquel Iranzo, al igual que sucede con la Sala de lo Social, presidida por Luisa María Gómez Garrido.

En cualquier caso, Marina Ortega afirma que sigue habiendo techos de cristal. «Los órganos unipersonales, los primeros destinos, si que están ocupados mayoritariamente por mujeres, todas mis compañeras de promoción están en órganos unipersonales, si somos la mayor parte de la carrera judicial quiere decir que toda la parte baja de la misma está ocupada por mujeres, los órganos colegiados no. Aunque hay más mujeres en la carrera judicial, no hemos llegado a los cargos más elevados».

En cualquier caso, cree que es una cuestión de tiempo. «Creo que es una cuestión generacional, porque para acceder a los cargos de los órganos colegiados necesitas una formación y una trayectoria profesional que te dan los años. En la medida en la que antes había más hombres en la carrera judicial que mujeres, entiendo que es una cuestión generacional el que se vayan ocupando los cargos de órganos colegiados por mujeres».

Por otra parte, también señala que también hay menos mujeres que acceden a altos cargos, por problemas de conciliación. «Creo que también influye la conciliación, en el sentido de que hay menos mujeres que piden el acceso a los cargos discrecionales por motivos evidentes de conciliación».

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