Francisco J. Martínez

CARTA DEL DIRECTOR

Francisco J. Martínez


Disfraces

02/03/2025

Estamos en tiempo de Carnaval y parece que Don Carnal está presente en el ambiente, sobre todo en el plano político. Nuestros dirigentes insisten en ponerse los disfraces, pero el problema es que no lo hacen sólo en tiempos del Carnaval, si no que se empeñan en hacerlo fuera de esta época. De esta forma, podemos ver cómo un matón de barrio que cosifica a las mujeres y paga con dinero público continúa de diputado; o cómo una indocumentada se atreve a dirigir un máster universitario y se convierte en coach empresarial, todo desde la perspectiva de género, eso sí; o cómo un pardillo acaba como presidente autonómico y no es capaz de tomar decisiones en una catástrofe, mientras el presidente nacional de su partido adopta una actitud más propia de una avestruz cuando entierra la cabeza para no ver el problema; o cómo un profesor universitario consigue liderar un movimiento social con un espíritu loable para acabar viviendo en un chalet inalcanzable para la mayoría de los ciudadanos; o cómo una cajera de supermercado utiliza su escalada política para anteponer una ideología a la fuerza de la razón, lo que acaba en leyes que logran el objetivo contrario al esperado -a pesar de que los técnicos le advirtieran que así sería-; o cómo una antisistema acaba como vicepresidenta del Gobierno e impone la reglas laborales sin orden ni concierto; o cómo un humilde profesor universitario asociado dirige España a golpe de decretos ley, pero con los peajes -de los independentistas- propios de alguien que no detenta el poder absoluto. Estamos instalados en un Carnaval permanente, donde nada es lo que parece y lo peor de todo es que no tiene pinta que la situación vaya a mejorar.