La diputada ‘popular’ Inmaculada López, valoró ayer las felicitaciones de distintos colectivos,  entre ellos la patronal agraria Asaja, al Gobierno de Cospedal por el gran trabajo realizado en materia hidráulica.

En este sentido, reiteró que los planes del Tajo y el Júcar aprobados la pasada semana recogen «reivindicaciones históricas» del campo regional, como la segunda fase de sustitución de bombeos en el acuífero de la Mancha Oriental y el desarrollo de nuevos regadíos en el Campo de Montiel (Ciudad Real) y en Mora (Toledo). Obras que «generarán riqueza en esas comarcas».

Asimismo, destacó que estos planes ponen fin a «injusticias», como el hecho de que  los albaceteños ya no tendrán que pagar a los regantes valencianos ninguna compensación extraordinaria o indemnización por beber agua del Júcar.

Según dijo López, «la agricultura y el mundo rural son pilares fundamentales para el desarrollo económico de Castilla-La Mancha por los que trabaja el Gobierno de Cospedal».

Opinión muy distinta ofreció el PSOE. Para la diputada Matilde Valentín, el Plan del Júcar ningunea a las provincias de Albacete y Cuenca, mientras que se da prioridad y protección absoluta a la Albufera valenciana. Y puso como ejemplo el caso de Bazalote, el municipio donde reside, en el que se han reducido sensiblemente los metros cúbicos a disposición de la población para el abastecimiento humano.