Tras el paso hace unos días de la Navidad y en pleno período de rebajas, el bolsillo de los españoles se resiente tanto o más que en la llamada cuesta de septiembre aunque, en este caso, para muchas personas se sobrelleva mejor, puesto que todavía guardan un poco de dinerillo de la paga extraordinaria.
En este contexto, tanto diciembre como enero son meses muy propicios para incrementar las compras, lo que está favoreciendo el crédito al consumo de las familias que está creciendo más de lo previsto, incluso, según los economistas, ya está muy próximo a los niveles que alcanzó en 2008, el año de la gran crisis del siglo XX.
Indicadores como la deuda de las familias a cierre de noviembre, con casi 700.000 millones de euros a los que hay que añadir también la cifra pendiente de créditos hipotecarios que suman otros 500.000 millones, revelan que la economía doméstica de la mayoría de los hogares españoles está muy ajustada, lo que les obliga a endeudarse para hacer frente a los gastos del día a día, además de los imprevistos y los extraordinarios.
El hecho de que el BCE haya bajado los tipos de interés hasta el 3% que se sitúan en la actualidad y con un euríbor que cerró 2024 en el 2,436%, está favoreciendo la contratación de más préstamos y microcréditos que hace un año.
Los expertos alertan que puede repetirse lo que pasó antes de la gran crisis de 2008 y dejar a muchas personas en la ruina más absoluta. En este sentido, y aunque señalan que hay diferencias muy grandes puesto que entonces los bancos daban créditos con las manos llenas, incluso aprobaban préstamos por el 120% para la compra de una vivienda o un coche, hoy, sin embargo, son mucho más estrictos y han endurecido las condiciones considerablemente al no superar más del 80% del valor de una hipoteca.
Según el Banco de España, hasta el pasado octubre, que es donde existen datos a día de hoy, los españoles tienen más de 31.000 millones de euros en créditos al consumo, muy cerca de los registros de 2008 y que superan al año 2023, sin contar en este concepto la deuda global e hipotecaria de las familias.
Ante esta realidad, las organizaciones de consumo piden a los usuarios que revisen muy bien la letra pequeña de los créditos que negocian con la banca y con empresas que dan dinero de forma fácil con muy pocos requisitos aparentemente y que se planifiquen bien los gastos y, sobre todo, los avales que ponen como sus propiedades, puesto que pueden perderlo todo.
En este sentido, muchos de los préstamos que otorga la banca o también el dinero a crédito que pagamos con las tarjetas pueden superar en muchas ocasiones intereses que van entre un 18% y un 20%, unas cifras que en pequeñas cantidades parece asequibles pero que cuando se complica su devolución empiezan los problemas que para muchas familias son insalvables.
Dinero fácil
La comodidad de las tarjetas revolving, que en unos 15 minutos hacen llegar el dinero a la cuenta personal, pueden ser una trampa fatal para las finanzas de un usuario que cuenta con pocos conocimientos financieros.
Así, por ejemplo, para un crédito de unos 1.000 euros por que no se tiene la suficiente liquidez y no llega con lo que se ingresa, al final el dinero a devolver está en el entorno de los 1.200 euros.
Tampoco es una buena idea recurrir a los microcréditos, solicitando dinero rápido a través de una empresa especializada a través de una página web o bien por teléfono. A simple vista parece ser una solución muy sencilla, asequible y sin ningún tipo de riesgo pero que oculta unos intereses desorbitados que pueden llegar a crear problemas serios en el caso de retrasos en los pagos.
Enrique García, portavoz de la OCU, recomienda que «nunca jamás se debe recurrir a los microcréditos porque pueden tener intereses superiores al 3.000%. Es una forma muy fácil de obtener liquidez rápida, pero también muy peligrosa por que se puede caer en una situación de sobreendeudamiento».
Este fenómeno se agrava en las personas que recurren a este tipo de préstamos, ya que son las que menos solvencia tienen generalmente y a las que la banca les han denegado en reiteradas ocasiones este tipo de financiación a crédito.