Hace dos semanas que Manuel Caballero hizo su presentación en las Ventas de Madrid, en una actuación muy seria donde no hubo triunfo debido a las pocas condiciones de sus enemigos, aunque dejó impronta de torero capaz y sólido, debiendo volver a la primera plaza del mundo. También tiene Manuel Caballero un gran compromiso dentro de un mes en la plaza más grande del mundo, la monumental de Méjico, en la que su padre fue un auténtico ídolo, con grandes actuaciones y triunfos sonados. Hemos hablado con el diestro albacetense sobre Madrid, México y su futuro.

«Mis impresiones sobre mi actuación en Madrid son buenas. Estuve cómodo durante toda la novillada sin que hubiese opciones para triunfar por la condición del ganado, pero estuve despejado, sereno y a gusto».

Al manso segundo de su lote, si lo mata a la primera, podría haberle cortado una oreja. «Como antes decía, estuve despejado y sereno y supe desde el primer momento que cuando el novillo se rajó no tenía que hacer el esfuerzo de sacarlo afuera sino donde él quisiera y plantearle la faena así. Tuvo buena condición, pero se rajó muy pronto y una pena la espada porque de haber entrado a la primera habría sido un triunfo más sonado, pero la verdad es que estoy contento con la actuación».

«Madrid es única y especial -añade-, sobre todo por la cantidad de cosas que pasan en una tarde. Les comentaba a mi gente que las novilladas que habíamos toreado eran muy parecidas unas de otras, pero en Madrid había estímulos por todas partes, no paraban de pasar cosas y eso es lo que más me impresionó y lo que más me gustó".

Manuel padre, que habitualmente no va al callejón, estuvo acompañando al hijo toda la novillada (risas). «Bueno, estuvo allí toda la tarde e imagino que la procesión iría por dentro. Le agradezco mucho que estuviese conmigo porque fue un punto de apoyo y tener a alguien que te de un aliento, siempre viene bien y sobre todo si es tu padre. Él conoce esa plaza mejor que yo».

Habían hablado mucho sobre las peculiaridades de Madrid. «La verdad es que hablamos mucho y coincidíamos en que Madrid era entrega y compromiso. Puedes tener muchos defectos que Madrid te tapa cuando estás entregado y comprometido con ellos, porque creo que es una buena afición que sabe verlo y apreciarlo y debes estar muy concentrado para que nada ni nadie te saque de la tarde».

Ahora toca la Monumental mejicana. «Si Dios quiere estaremos allí el 18 de agosto. Madrid me hacía ilusión, pero la México es otro mundo. Por lo que me ha contado mi padre y personas ajenas, la conjunción de la México y Manuel Caballero era algo especial. Me lo tomo como una plaza más, a pesar de saber dónde voy, porque estando preparado y llegando en buen momento, hay que disfrutar y entregarse, creo que son las dos palabras claves». 

El ganado será de Campo Hermoso. «Es ganado como casi todas las ganaderías mejicanas, procedencia saltillo y santa coloma y embisten muy despacio, andando y a mí me gusta mucho esa forma de embestir».

La Feria de Albacete. Vuelve a Albacete el 9 de septiembre. «Repetir en mi tierra es algo que me alegra mucho y a la vez me genera mucha responsabilidad, pero para eso estamos. He toreado dos novilladas picadas en Albacete y en las dos he salido en hombros, espero que no se corte esa racha y con los novillos de Montealto, que son un seguro, ya que lleva varios años lidiando en la Feria y con buenos resultados».

Hablamos con él sobre su futura alternativa. «Me gustaría poder decir la fecha y el sitio, pero de momento no hay nada y este año lo veo precipitado, aunque nunca se sabe. Esto se vive tarde a tarde y uno nunca sabe cuando la moneda va a cambiar, pero cuando ocurra, que me pille preparado. Si no es este año, será el que viene, porque mentiría si te dijera que no me apetece tomarla y si ocurre el año que viene me cogerá más preparado».

Sus preferencias para esa hipotética alternativa. «Bueno, en estas cosas hay que ver sobre todo la afinidad que tengas y como te lleves con cada torero. Por la admiración y respeto que les tengo y el cariño por como se han portado conmigo, uno sería José María Manzanares y otro podría ser Talavante o Emilio de Justo y toros unos que embistan».