El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha autorizado un trasvase de 27 hectómetros cúbicos del Tajo al Segura correspondiente al mes de febrero.
En la reunión del pasado mes de enero, la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura analizó la situación de los embalses de cabecera. En este encuentro se constató que los pantanos de cabecera estaban en nivel 3 -de situaciones hidrológicas excepcionales-, si bien apuntó las previsiones de que el sistema pudiera alcanzar el nivel 2, es decir, superar los 643 hectómetros de agua embalsada en Entrepeñas y Buendía, aunque sin superar los 1.300.
También se constató que la cabecera podría llegar al nivel 2 durante los meses de marzo y abril, y se planteó la posibilidad de que las lluvias registradas en las últimas semanas pudieran mejorar este pronóstico.
La Asociación de Municipios Ribereños lamentó, en nota de prensa, un nuevo trasvase "automático" de 27hm3 cuando "las reglas ya deberían estar cambiadas". Advierten de que cada hectómetro cúbico enviado de más "es una puñalada para el río Tajo" y señalan que el día 10 de febrero deberían haberse modificado las reglas de explotación para reducir drásticamente los envíos en niveles 3 y 2. Temen que "el miedo a los regantes vuelva a jugar en contra para adoptar las medidas que demanda la ciencia frente a la política".
"Lo que debería ser una buena noticia, la habitual aunque mínima subida en el nivel de agua por estas fechas, se convierte en una nueva losa a sabiendas de que el agua que entre tiene dueño. Quedaban 61,7 hm3 pendientes de trasvasar, que ahora son 88,7 hm3", apuntan los ribereños.
Desde la cabecera del Tajo lamentan la demora en la modificación de las reglas de explotación, pero temen que "la habitual mano izquierda con la que se trata a la agroindustria, especialmente en este momento de agitación en toda Europa, lastre una nueva oportunidad de poner fin al dislate del Tajo". "Las reivindicaciones del sector no deberían pesar más que las necesidades urgentes de la cuenca cedente", señala el presidente, Borja Castro.
Castro confía en que "el criterio técnico y todas las sentencias favorables se traduzcan en unas reglas de explotación acorde a lo que el escenario actual, la ciencia y el sentido común indican, porque de todas formas el cambio climático impondrá más pronto que tarde la realidad en una industria que es insostenible desde hace décadas".
Los Ribereños recuerdan que sus embalses se concibieron para una gestión plurianual y estarían preparados para afrontar hasta cinco años de sequía en caso de necesidad humana, "tanto nuestra como de otros territorios, a lo que nunca nos negamos". "Queda por ver si decidimos adaptarnos a la realidad y amortiguar los problemas o preferimos recorrer el camino duro, con el río Tajo muerto, el Mar Menor podrido y el terreno yermo a sendos lados de la tubería".