Los tendidos de la plaza de toros estaban llenos a las 10 de la mañana para disfrutar de las tradicionales vaquillas que todos los días, con el permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide, serán la cita matinal taurina hasta el martes 17.

Seguidores de todas las edades se dan cita en la plaza, en una mezcolanza de atrevidos trasnochadores que acuden a rematar la jornada de fiesta y madrugadores, sobre todo adultos con sus hijos o nietos. Hoy, como el resto de días, fueron dos las vaquillas que saltaron al ruedo y durante la media hora que duró el espectáculo la diversión estuvo garantizada, con los habituales revolcones que sufren los atrevidos jóvenes -y algunos no tanto- que pisan el albero del coso de la capital, aunque en la primera jornada se guardaron las distancias y sólo hubo dos revolcones, sin consecuencias.

Este año, además, el espectáculo taurino estuvo amenizado por el Grupo Musical Parque Sur, con animadas piezas entre las que no faltó, entre otras, una de las que más sonó durante el verano, Pedro, Pedro, Pedro. 

Tras las vaquillas llegó el momento para los comentarios de lo visto sobre el ruedo y, como es tradicional, la mayoría de los asistentes a la plaza de toros lo hace al calor de un chocolate y unos buenos churros. ¡Buen provecho!