El Albacete despidió el año y la primera vuelta con un mal partido que pudo ganar por un regalo del final, pero que al final empató para hacer justicia el empuje, juego y ocasiones que tuvo el Eldense.

Finalmente Rubén Albés puso a Carlos Isaac en el equipo titular y el lateral diestro mostró no estar al nivel necesario para afrontar el partido. Lento, con excesivos errores y falto de colocación, fue uno de los errores que cometió Rubén Albés en una alineación rara, sobre todo por los posicionamientos.

Olaetxea era el jugador con problemas que no quiso desvelar el técnico en la previa, por lo que se quedó en el banquillo y su puesto lo ocupó Agus Medina. Albés puso a Juanma por la banda izquierda, a Quiles por la derecha y a Manu Fuster por el centro. Ninguno de los tres se encontró cómodo en esas posiciones. El único que lo intentó fue Juanma, pero con mucha voluntad y poca efectividad. Por las bandas, ni Isaac ni Julio Alonso subían como en otras ocasiones y finalmente todo se traducía en que los ataques del Alba eran lentos, fáciles para la defensa del Eldense y sin ninguna pegada. Llegadas hubo varias en la primera parte, remates prácticamente ninguno. Una preciosa jugada al primer toque al cuarto de hora, que acabó con un remate imposible de Juanma que se fue a córner al tomarse con la defensa, fue lo único destacable de un Albacete que se mostraba demasiado espeso, irregular y falto de ideas en el último tramo de campo.

Por contra el Eldense venía con las ideas muy claras. Mucha intensidad, sin dejar pensar a los jugadores del Albacete y luego poniendo mucha movilidad al balón. Siempre con la sensación de tener el control del partido, las acciones más peligrosas de la primera mitad las protagonizaron los alicantinos, que sufrían un percance en el minuto 21 con la lesión de Andone, que tenía que ser sustituido por Jorquera. Soberón quedó entonces como el hombre más adelantado y fue una constante pesadilla para la defensa manchega.

En el minuto 23, un gran balón a la espalda de Toni Abad para Sergio Ortuño propició una gran ocasión para el Eldense. El mediocentro llegó hasta la línea de fondo y dio un pase atrás que Soberón no supo rematar sobre la portería y se le fue muy alto. Los visitantes, al menos, culminaban sus acciones con un disparo.

Riki lo intentó desde la frontal tras el rechace de un saque de esquina, de lo poco destacable del galimatías que tenía montado el Alba en su juego ofensivo.

Otra vez el Eldense tuvo el gol muy cerca, en el minuto 37, en un error de Carlos Isaac en un balón que se llevó Marc Mateu y cuyo centro fue rematado fuera por Soberón en el segundo palo cuando lo más fácil era haberlo metido dentro de la portería. Al descanso se llegaba con esa sensación de que no era el partido del Albacete, todavía más espeso que en Miranda de Ebro y sin la fluidez necesaria para hacerle daño a un ordenado Eldense, que estaba mostrando porque es uno de los mejores visitantes, tanto por su nivel de intensidad como su facilidad para montar jugadas aprovechando los errores, que en este caso estaban siendo muchos, de su rival.

sin cambios. En las segundas partes nos tiene acostumbrados el Albacete a dar un paso adelante y mejorar lo que en la primera no ha funcionado, pero esta vez no fue el caso.

No hubo cambios de posición, ni cambios en la intensidad, ni cambios en el juego. El Alba mareaba la pelota en el área del Eldense hasta perderla, mientras el Eldense finalizaba las jugadas, aunque los tiros se le fueran fuera, como uno de Sergio Ortuño nada más comenzar la segunda parte.

El Eldense dominaba y jugaba cerca del área del Albacete mientras los manchegos no encontraban su sitio en el campo ni tenían continuidad. Pero como el fútbol es caprichoso, llegó una jugada aislada con un centro de Carlos Isaac que corta en el segundo palo Toni Abad, con la mala suerte  de que le dejó una perfecta asistencia para Higinio que solo delante del portero hacía un gol que valía su peso en oro. Una vez más, como ha ocurrido en muchos partidos, el que ha salido del banquillo, fuera Quiles o Higinio, es el que marca.

 Con el regalo del Eldense el partido cambió y Estévez, sin nada que perder, agotó sus cambios metiendo otro delantero, el conocido Juanto Ortuño, hermano de Alfredo y que pasó por la cantera del Albacete, retirando un defensa.

El Eldense apretó y la grada supo que ese era su momento de dar ese impulso a los jugadores del Albacete como pedía en la previa Rubén Albés. Se notaba que faltaban piernas y los alicantinos no querían irse de vacío tras el buen encuentro realizado.

Como el Albacete no estaba fino, el Eldense supo coger la pelota y rondar la portería de Bernabé hasta que ya en el tiempo añadido, un buen centro desde la derecha fue aprovechado por Sergio Ortuño para hacer un empate, que merecía a tenor de lo visto sobre el terreno de juego. El Eldense se fue contento con su punto y el Albacete con la sensación de haber perdido dos en un mal partido en el que parecía sonreírle la suerte, pero donde al final se hizo justicia.

La primera vuelta se cierra con 25 puntos, la mitad de los 50 marcados para cumplir el objetivo de la permanencia.