La coincidencia de las oposiciones a maestros, que suelen llenar los hoteles de las capitales castellano-manchegas en la noche previa a los exámenes, y el festival Antorchas ha llevado a una ocupación casi completa en Albacete para este fin de semana. De hecho, ya en enero era muy difícil encontrar una habitación o apartamento libre para estas fechas, como ya informó La Tribuna.
Una búsqueda en los principales portales de reservas confirma la imposibilidad de encontrar plaza para la noche de hoy, mientras que el sábado la ocupación se acerca al 90% y hay habitaciones disponibles en varios hoteles.
La gerente de la Asociación Provincial de Empresas de Hostelería y Turismo (Apeht), Begoña Garijo, confirmaba que «mientras que en la provincia este es un fin de semana normal, los hoteles de la capital están llenos» y añadía, al margen de la habitual influencia de las oposiciones, que «toda organización de eventos es positiva para el sector».
Al respecto, calificaba como muy positiva la programación de eventos musicales para el resto del año, presentada recientemente por el Ayuntamiento, añadiendo que «seguro que anima a que gente de provincias cercanas venga a quedarse alguna noche, lo que ayudará al sector», que suele tener una temporada baja en los meses de verano. Después, para la Feria albacetense, encontrar habitación es casi misión imposible, incluso buscando con un año de antelación.
En cuanto a los negocios de restauración, señaló que la influencia de los conciertos «se va a dejar notar, especialmente en los locales más cercanos al festival, mientras que habrá que ver cómo se da el fin de semana en otras zonas de la ciudad». En cualquier caso, la afluencia «ayudará a compensar las personas que se van por las que llegan, dado que en estas fechas ha sido muy tradicional que los albaceteños decidan irse a la costa».
Después, la previsión es que la actividad hostelera vaya descendiendo conforma avancen los meses de verano, pero el balance del año «hasta ahora es bueno, con muy buenos porcentajes de reservas», pese a que las últimas semanas «han sido algo raras», por la influencia de una meteorología cambiante.