Un incendio quemó más de 30 hectáreas de arbolado en el Cenad

Josechu Guillamón
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El fuego se produjo en junio, tras unos ejercicios de la Unidad Militar de Emergencias (UME), al reactivarse una de las quemas controladas, por culpa del viento

Imagen de archivo de los efectivos de la UME durante unas maniobras en el Cenad de Chinchilla. - Foto: Rubén Serrallé

A pesar de las numerosas precauciones que se toman para evitar incendios en el Centro Nacional de Adiestramiento (Cenad) de Chinchilla, cada cierto tiempo se produce algún incendio.

Por desgracia en 2024 se ha producido uno que ha afectado a una zona de arbolado, como señala el coronel jefe del Cenad, Pedro Latorre. «Sólo hemos tenido un incendio en 2024, pero ha sido más gordo que otros años. Se produjo durante las maniobras de la UME (Unidad Militar de Emergencias), porque se les reactivó una de sus quemas controladas, en el mes de junio, fuera de la zona de caída de proyectiles. Con este incendio se han visto afectadas unas 30 ó 35 hectáreas de zona de arbolado».

El fuego se produjo por un cambio de viento. «La UME habían hecho una de sus prácticas en el linde de la zona de arbolado con un cortafuegos, que tenemos aquí en el Cenad y por un cambio de la climatología, se levantó un viento muy fuerte y una de las ascuas se reactivó e inició un incendio, además con la mala suerte de que la UME se había ido ya a Madrid».

Desde el Cenad se envió un retén propio y también se dio aviso  al Geacam que actuó con cuatro o cinco autobombas y un helicóptero y también regresó la UME desde Madrid. «Este incendio se tardó casi un día y medio en extinguir. Ahí la UME participó con los medios civiles que se activaron desde el primer momento y se pudo controlar el perímetro. El fuego se inició un viernes por la tarde, la UME se habían ido el viernes al mediodía y el viernes por la noche ya estaban trabajando en la extinción».

Latorre reconoce que fue un incendio importante. «Fuera de la zona de caída de proyectiles es uno de los incendios más grandes que hemos tenido en los últimos años. En el interior de la zona de caída, en 2020 tuvimos tres más grandes, de unas 50 ó 100 hectáreas, pero como era en la zona de caída se quemó pastizal, no era arbolado. Este año si ha sido arbolado».

Afortunadamente, muchos de los árboles afectados han sobrevivido a las llamas. «Hemos tenido visita de personal forestal y como fue un incendio de mucho viento, muchos de los árboles han sobrevivido, porque las llamas se movían muy rápido, esperamos que se salve mucha de la zona de arbolado afectada, de hecho han pasado ya seis meses y la verdad es que tiene un aspecto mucho mejor de lo que pensábamos».

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