Compradas, recibidas como un regalo especial, heredadas. Quien más y quien menos tiene joyas con un significado especial y emocional, que conservamos sin ser muchas veces conscientes de su valor económico y patrimonial. Muchas de esas joyas son de oro y tienen un valor importante que desconocemos y que se incrementa con el tiempo. Sólo durante este año la cotización del oro se ha incrementado alrededor de un 30%.
En este contexto, esas joyas que atesoramos en casa ven incrementada su valía y su utilidad no solo como una inversión en sí mismas, sino porque pueden convertirse en ese crédito inmediato que necesitas con su aportación como garantía y sin perder su propiedad. Ese crédito rápido y fácil es el que puede encontrar en las oficinas de CrediMonte, el Monte de Piedad de la Fundación Bancaja.
Desde hace más de un siglo, esta entidad trabaja en el campo de los préstamos prendarios, facilitando una solución de financiación ágil y segura que permite obtener dinero al instante mediante el empeño de joyas. Ese es el único requisito, y su seña de identidad: la joya es el propio crédito.
Una gemóloga examina de forma pormenorizada un anillo. - Foto: CrediMonteEsta simplicidad facilita un proceso que en otras alternativas de préstamos personales inmediatos es muchas veces costoso y largo, cuando precisamente la decisión de solicitar un crédito lleva aparejada la necesidad de resolver de forma rápida una situación puntual o emprender un proyecto que no se pueden demorar.
En CrediMonte, la complejidad se deja de lado con un servicio que únicamente requiere visitar con las joyas alguna de las oficinas de la entidad, presentes en Albacete, Valencia, Castellón, Alicante y Murcia. Allí, un equipo formado por gemólogos profesionales titulados tasa las piezas delante de ti con maquinaria homologada y concede en ese mismo instante el crédito, cuyo importe depende del valor de las joyas aportadas.
Profesionalidad. El servicio, además de que permite salir de la oficina con el dinero ya concedido, resulta especialmente atractivo por la garantía que ofrece la profesionalidad de los tasadores que forman parte del equipo, y también por sus condiciones competitivas en un mercado como el actual: un tipo de interés fijo anual de entre 6,5% y 8,5% y unas comisiones de tasación y custodia que se abonan al vencimiento de la operación, por lo que no se debe pagar nada al constituir el crédito ni durante su vigencia.
La entidad asegura la profesionalidad de los tasadores de su equipo. - Foto: CrediMonteEl crédito se formaliza con una duración de un año, pero se puede cancelar en cualquier momento sin ninguna penalización y puede renovarse también cuantas veces se necesite. Otro gran valor diferencial con respecto a otros servicios vinculados al empeño de joyas es que en el caso de CrediMonte el cliente no pierde la propiedad de las joyas. De este modo, además de conservar su valor sentimental, se recupera su valor patrimonial, que las convierte en un activo siempre útil con el que volver a acceder a financiación si se necesita.
Este sistema, que tradicionalmente se ha vinculado a lo largo de la historia a situaciones de necesidad más acuciante, se está situando en los últimos años como una alternativa más de financiación al consumo, rompiendo esa barrera y estableciéndose como una solución idónea, por su rapidez, agilidad y confianza, para pequeñas empresas, autónomos o cualquier tipo de ciudadano que sufraga gracias a este tipo de créditos gastos como estudios, celebraciones familiares o la adquisición de un vehículo.
Es un crédito habitual también en estas fechas, en las que la Navidad incrementa el gasto en todos los hogares, o en vacaciones, ya que además de suponer una ayuda para un merecido descanso permite custodiar las joyas durante nuestra ausencia, garantizando así su seguridad.
Personalización. CrediMonte contribuye con este enfoque a flexibilizar el mercado financiero y a personalizar cada préstamo según las necesidades del cliente, que además de obtener el dinero que necesita, establece un vínculo personal y de contacto directo con el personal de las oficinas, quienes aconsejan y valoran cada caso como una circunstancia única, y con quienes se mantiene una relación larga, en muchos casos, impulsada por la facilidad de renovación de los préstamos y de las condiciones que los caracterizan.
El 97% de las joyas empeñadas en CrediMonte se recuperan y vuelven a sus propietarios. - Foto: CrediMonteEl 97% de las joyas empeñadas en CrediMonte se recuperan y vuelven a sus propietarios, y al circuito de la financiación prendaria si es necesario. El tres por ciento restante, que se mantiene en CrediMonte cuando el préstamo no puede liquidarse, sale a subasta pública, ofreciendo de nuevo una solución al cliente que acaba con la mayor preocupación de un préstamo que no se puede devolver: la deuda. El importe obtenido por la venta de la joya en subasta se utiliza para saldar ese crédito impagado, liberando al cliente de esa carga. Si, además, la joya se vende por un valor superior al importe de esa deuda, el dinero restante se devuelve al cliente, cerrando así un círculo en el que CrediMonte pone siempre al cliente como centro del servicio.
Ese espíritu centrado en el beneficio del ciudadano tiene sus raíces en el destino final de los beneficios generados por CrediMonte, que revierte en su totalidad en la labor que realiza la Fundación Bancaja, entidad sin ánimo de lucro centrada en promover la cultura y la acción social. Así, del mismo modo que las joyas pueden ofrecer oportunidades personales, se convierten también con este sistema en un medio para promover esas oportunidades entre toda la sociedad.