Haber marcado siete goles, dejado la portería a cero por primera vez, volado por encima del mismo rival que había apretado las clavijas del Bernabéu siete días antes… son 'solo' elementos sueltos de una gran sensación en el barcelonismo: el miedo a que el Real Madrid fuese imbatible con Mbappé y que el Barça tomara su ejercicio como un año de mera transición a la espera de tiempos mejores era notorio y casi mayoritario. Hansi Flick ha logrado resultados casi óptimos con poco tiempo y muchas bajas: físicamente superior a todos sus oponentes, con la mejor versión de Pedri o Raphinha, con el impacto cada vez más creciente de Yamal, con Olmo adaptado desde el primer minuto… El equipo acaba de descubrir, antes del parón de selecciones, que es favorito. El optimismo no es precisamente habitual en el Camp Nou (hoy en Montjuic), pero el alemán lo ha importado. 

Doblete

Mbappé se estrenó en la cuarta jornada. Un doblete que no sorprende (es un futbolista que lleva 290 goles en 385 partidos profesionales) pero que, en su espera, había sembrado cierta ansiedad en su afición. En el fondo, todos sabían que el gol era cuestión de (poco) tiempo, pero hay algo más allá que lo inquietará toda la temporada: la forma en la que 'casan' '7' y '9', o sea, Vinícius y el francés. Los que vieron el vaso medio lleno se quedaron con la cesión del lanzamiento de penalti, con que conectasen 15 veces o que entre ambos (11 disparos) hiciesen el 55 por ciento de los del conjunto. Los que lo ven medio vacío detectan que sumar dos futbolistas de 'diez' no da necesariamente 'veinte': sienten que se están perdiendo la mejor versión de cada uno de ellos. Y, posiblemente, ambos sectores tengan razón. 

Empates

Nada nuevo bajo el sol, pero sigue sorprendiendo: el Getafe suma otro 0-0, otro partido pobre con menos de 45 minutos de juego efectivo...  Bordalás, con lo que tiene, es un creador de argumentos irrebatibles para los críticos y para los propios.