La cigüeña no encuentra hogar

Ana Rodrigo (EFE)
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La adopción internacional atraviesa sus horas más bajas por las reformas legislativas y los avances en la reproducción asistida

La cigüeña no encuentra hogar - Foto: Imagen de storyset en Freepik

Algunas familias o personas, por diferentes motivos, optan a lo largo de sus vidas por adoptar a un niño o niña para llenar, con esa dulce inocencia, de alegría sus hogares. Esta práctica tuvo tirón a principios de siglo, donde muchos se decantaron por esta opción. Sin embargo, la tendencia de los últimos años apunta a un receso cuanto menos llamativo, concretamente con los niños extranjeros.

Las adopciones internacionales en España descendieron hasta los 153 niños en 2023, menos de la mitad que antes de la covid -cuando fueron 375- y muy lejos de las cifras de hace una década, que rozaban los 1.200 menores, o de los más de 3.000 del año 2000. Pero no solo ha cambiado el número de menores nacidos en otros países que se integran en familias españolas, sino también su procedencia. Actualmente, Vietnam, la India y Colombia son los países con mayor número de adopciones constituidas.

Durante muchos años, España fue el segundo país del mundo en adopciones desde Rusia -por detrás de EEUU- hasta que el presidente ruso, Vladímir Putin, comenzó a endurecer en 2011 los requisitos de adopción para países que, como el nuestro, habían legalizado el matrimonio homosexual, suprimiéndola finalmente también para los casos de un solo solicitante. En ese momento, de las 2.573 adopciones internacionales registradas en 2011, 712 fueron de niños procedentes del gigante ruso, seguidas de las registradas en China. La pandemia frenó las adopciones en países como el asiático, que ahora ha sido sustituido por Vietnam.

Según datos del Ministerio de Juventud e Infancia, el pasado año fueron adoptados 153 niños. La cifra mantiene la acusada línea de descenso de hace más de una década. Solo desde el año anterior a la covid, se han reducido a más de la mitad las adopciones internacionales: 375 (2019), 196 (2020), 171 (2021), 179 (2022) y 153 (2023).

El total de menores adoptados entre 1997 y 2023 asciende a 56.346; apenas un millar en los últimos cinco años. Por continentes de origen se desglosan así: Asia (91 niños), América Latina (33), Europa (16) y África (13). Respecto al año anterior a la pandemia, destaca el descenso en el continente asiático. Las adopciones desde China han pasado de 82 (en 2019) a 4 (en 2023); desde la India, de 83 a 35, y desde Vietnam, de 71 a 48. En Europa, solo se han mantenido las adopciones de niños nacidos en Hungría (13) y la República Checa (1), mientras que hace cinco años eran adoptados menores de otros países del continente europeo, como Rusia, Bulgaria, Serbia o Rumanía. La excepción a las caídas se produce en países africanos, donde las adopciones han aumentado, principalmente desde Madagascar (9 niños en 2023) y Costa de Marfil (4). 

Por otro lado, el reportaje sobre orfanatos en China en 1996 de TVE Las habitaciones de la muerte sobre la política de hijo único fue uno de los revulsivos del pico de solidaridad que se registró en España respecto a las adopciones. Como muestra, el número de niños extranjeros adoptados en España en el año 2000 fue de 3.062, un 53 por ciento más que un año antes. Rumanía seguía como primer país de origen, pero durante ese período se registraron 475 adopciones desde China, país que se convirtió en líder durante años.

«Era un poco irreal el número de solicitudes de familias que había en España, estábamos por detrás de EEUU, no se entendía mucho el fenómeno, aunque la sociedad española a veces sorprende», explica Cristina Núñez, coordinadora de Adopta, uno de los organismos acreditados de adopción internacional. Considera que la emisión de este tipo de programas «despertó conciencias» y muchas familias se animaron a presentar solicitudes. Las entidades que actúan como mediadoras entre las autoridades de ambos países eran conscientes de que las cifras iban a bajar, «pero no se suponía que tanto», reconoce Núñez. «Empezó a bajar mucho con la crisis de 2008 y también es cierto que la gente empezó muy optimista y cuando pasan 20 años pueden valorar las experiencias, que hay de todo; ahora se lo piensan más y también van más preparadas», apunta.

Protección de menores

Otras de las causas de ese descenso son los cambios legislativos en materia de protección de menores realizados por algunos países de origen o el cierre en aquellos con prácticas irregulares en adopciones.

Para Consuelo Ibarra, coordinadora del centro de adopción y postadopción KUNE, el principal motivo es la mejora de las políticas sociales en países como China o Rusia. «A finales de los 90 había mucha necesidad por parte de estos países para que estos niños pudieran salir, pero van tomando medidas protectoras en relación a la infancia desprotegida y hace que no salgan tantos», señala.

También, los avances en las técnicas de reproducción asistida. «Ahora hay mujeres con casi 50 años que se pueden quedar embarazadas y llevar el embarazo a término», explica Ibarra.

Las entidades acreditadas reclaman desde hace años que parte del proceso de adopción sea subvencionado por la administración pública, como ocurre en otros países del norte de Europa como Suecia.