El Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado lunes endureció las condiciones para la producción y comercialización de los bulbos utilizados para reproducir las flores del azafrán, también conocidos como «cormos».
Los cormos tienen el aspecto de pequeñas cebollas. Contienen los nutrientes necesarios para alimentar la flor del azafrán durante las primeras fases de su desarrollo, y los agricultores pueden utilizarlos varias veces seguidas.
Debido a la «falta de regulación y a los problemas sanitarios de los cormos utilizados por los agricultores, se considera necesario regular el control de la producción y comercialización de este material utilizado para propagar el azafrán», dice el texto publicado en el BOE.
Por ello, a partir del próximo 2 de enero, el azafrán se incluirá en el Reglamento Técnico de Control de la Producción y Comercialización de Plantas Hortícolas, para garantizar a los agricultores la calidad y sanidad de los bulbos.
La medida implica un conjunto de nuevas obligaciones para los productores de «cormos» en varios aspectos de su actividad como métodos de cultivo, operaciones de propagación y recolección, higiene, tratamientos, envasado, almacenamiento y transporte, por citar algunos ejemplos.
Todas estas medidas se detallan de manera más detallada en el Decreto RD 1054/201, que también establece la obligación de inscribirse en un Registro de Operadores Profesionales de Plantas. El decreto se aplica tanto a productores españoles como extranjeros.
«Para poder introducir en el Reino de España material de multiplicación y plantones de hortalizas producidos en un tercer país», explica el BOE, «tendrán que ofrecer las mismas garantías que los productos producidos en España».
Según los datos del Anuario de Estadística del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) la superficie cultivada de azafrán en la provincia de Albacete rondaba las 80 hectáreas (datos de 2021), lo que representaba más de la mitad de la superficie existente en Castilla-La Mancha.
La producción de esta especie rondó los 520 kilos, lo que representó dos tercios de la producción en la comunidad autónoma y casi la mitad de la producción nacional en este mismo período, que alcanzó los 1.131 kilos, de acuerdo a la misma fuente.