El sector vitivinícola no atraviesa su mejor momento. Los cambios y la contracción en la demanda piden una reestructuración de la producción para ajustarla a las nuevas realidades, pero este tipo de reconversiones son procesos largos que no pueden acometerse de un día para otro. En primer lugar es necesario identificar los motivos que subyacen bajo esos cambios en los consumidores, ya sean estructurales o coyunturales, para luego trazar estrategias que puedan contrarrestar los efectos negativos.
En este contexto, la directora general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Elena Busutil, ha presidido esta semana un encuentro con los representantes del sector vitivinícola para presentar y debatir las recomendaciones adoptadas por el Grupo de Alto Nivel sobre Política Vitivinícola (GANV), del que han formado parte los 27 estados miembros de la Unión Europea. Asimismo, se ha informado de los siguientes pasos a seguir para apoyar a este sector.
En la reunión se ha resumido el desarrollo de las reuniones del GANV y se han expuesto las recomendaciones políticas adoptadas para dar respuesta a los retos coyunturales y estructurales a los que se enfrenta el sector vitivinícola europeo. El Ministerio ha mantenido una estrecha interlocución con el sector en el curso de los trabajos desarrollados por el Grupo de Alto Nivel, que celebró cuatro reuniones entre los meses de septiembre y diciembre de 2024.
Estas recomendaciones establecen posibles medidas a adoptar en el corto y medio plazo, así como otras a más largo plazo en el marco de la futura Política Agraria Común (PAC) a partir de 2027. Así, en el GANV se habló durante las pasadas reuniones de abordar la gestión del potencial productivo del vino; del fortalecimiento y la resiliencia del sector en un mercado cambiante y de su adaptación al cambio climático; y de la adaptación a las tendencias y el aprovechamiento de las oportunidades del mercado.
Las recomendaciones del Grupo de Alto Nivel se presentaron y adoptaron por unanimidad de los estados miembros en la última reunión, el pasado 16 de diciembre. El comisario de Agricultura y Alimentación, Christophe Hansen, respaldó en dicha reunión las recomendaciones y se comprometió a presentar a comienzos del año 2025 una hoja de ruta para su implementación. La reestructuración del sector es clave para su continuidad, sobre todo en países mediterráneos como España, en los que el vino tiene un gran peso dentro del sector primario, y los viticultores ya no pueden esperar para afrontar los retos de los que depende su continuidad.
Al detalle.
En el encuentro con el sector, la directora general de Producciones y Mercados Agrarios ha presentado los últimos datos del avance de la campaña en curso, según los cuales a 30 de noviembre de 2024 la producción de vino y mosto asciende a 35,8 millones de hectolitros, lo que supone un incremento del 11,63% con respecto al año anterior, aunque un 8,69% menos que el promedio de las últimos cinco. Las existencias finales de vino total y mosto sin concentrar se sitúan en dicha fecha en 58.237.480 hectolitros, un 0,53% menos que la campaña anterior y un 9,89% por debajo de la media de las cinco anteriores.
Desde el inicio de la campaña 2023/2024 el precio de vino blanco se mantiene por encima del tinto. En lo que va de la presente campaña 2024/2025, el precio medio del vino blanco es de 48,42 euros por hectolitro, cifra que supone un incremento del 14,45% con respecto a la campaña anterior y que es un 41,70% superior al promedio de las cinco anteriores. El precio medio del tinto se sitúa en 44,01 euros por hectolitro, un 11,63% más que en el mismo periodo de la campaña anterior y un 8,16% por encima del promedio de las cinco anteriores.
Las exportaciones también crecen respecto al año pasado y entre noviembre de 2023 y octubre 2024 han superado los 19,5 millones de hectolitros, un 3,99% más que en el mismo periodo anterior. Todo ello con un valor total de 2.694,3 millones de euros, un 1,97% más que en el acumulado entre noviembre de 2022 y octubre de 2023.