El Albacete Balompié despidió la temporada 2023-2024 en casa en una penúltima jornada en la que acabó haciendo tablas con elMirandés, en un encuentro de contenido afectivo para los locales y decisivo para la suerte de los visitantes en la categoría.

Alberto González sacó toda su artillería de inicio en esta última cita en el Carlos Belmonte, aunque en esos primeros compases fue el Mirandés el que tuvo más intención movido por la necesidad. El conjunto de Alessio Lisci tuvo más la pelota y aplicó más intensidad, mientras el Albacete se contagiaba de la sensación de fiesta.

Manu Fuster fue el centro de atención. El valenciano era ovacionado cada vez que tocaba el balón y su nombre era continuamente coreado, hasta el punto de que a los 10 minutos todo el estadio se puso en pie para brindarle un gran homenaje en pleno partido.

Formación del Albacete con jóvenes aficionados en los prolegómenos del partido. - Foto: Rubén SerralléEl encuentro enfrentaba a dos equipos en mundos paralelos, la fiesta y alborozo locales frente al drama burgalés, que precisaba una victoria mientras los goles de sus adversarios iban llegando desde otros campos.

Los jugadores blancos buscaban al 10 para que ofreciera una muestra postrera de su repertorio de regates, pases y cambios de orientación, omnipresente Fuster, aunque su equipo andaba falto de velocidad y ritmo.

El Mirandés tuvo su gran oportunidad al filo del cuarto de hora, cuando Higinio sacó de la línea un remate de Martón que ya acariciaba la celebración de 0-1. Los visitantes se animaron y volvieron a amenazar en una contra en la que Ros abortó a última hora un pase de gol de Gabri.

Aun así, el partido entró en una fase aburrida y de ritmo lento. El Mirandés dio un paso atrás frente a un Albacete que solo pretendía cubrir el trámite, aunque los blancos aceptaron la dimisión de su oponente y completaron una buena recta final antes del intermedio.

Ya con el papel de protagonista, el Albacete comenzó a triangular, a mover la pelota con más rapidez y a ofrecer jugadas vistosas al primer toque, desmarques y taconazos incluidos.

Higinio y el propio Fuster rondaron el gol en ese tipo de lances, aunque el 1-0 acabó llegando a balón parado, en un saque de esquina botado por Manu Fuster y bien cabeceado por Ros, antes denostado y ahora aclamado. Dos minutos después se volvió a calcar la jugada, aunque en este caso la resolución fue más imprecisa.

Los equipos volvieron del descanso transformados. El Albacete se durmió y cuando despertó el Mirandés ya la había dado la vuelta al marcador ganando la espalda a su defensa con una facilidad pasmosa que recordó a etapas anteriores.

A los dos minutos Bernabé rechazó un remate de Martón, pero unos segundos después ya no pudo repetir frente al mismo protagonista, que recibió con ventaja y batió al sevillano.

Por si el castigo no hubiese sido suficiente, Gabri no acertó a renglón seguido, pero sí lo hizo su compañero Jonathan Gómez, que fusiló al portero en el segundo palo.

El Mirandés había hecho lo más difícil, pero el Albacete no había dicho su última palabra y fue precisamente El Mago el que filtró un buen pase a Quiles, que se preparó el balón y le aplicó una rosca extraordinaria que supuso el 2-2.

El combinado visitante sufría las embestidas mientras intentaba encontrar algún lance aislado para encarrilar la permanencia y en plena fase de incertidumbre Fuster fue sustituido y el Belmonte se vino abajo con el valenciano al grito de "¡Manu!, ¡Manu!".

El partido aún no estaba decidido, pero el público quería terminar la fiesta con una victoria. Higinio, a servicio de Julio Alonso, cabeceó con poco tino y Juanma no llegó poco después a un servicio de Escriche tras una jugada bien trenzada.

Las oportunidades alternaban y fue Barbu el que dispuso de la mejor para el 2-3, aunque se encontró con una buena intervención de Bernabé, aunque Juanma García cerró el capítulo de ocasiones desperdiciando la última tras una buena acción de Escriche.

El Albacete terminará la temporada el próximo fin de semana frente a un Zaragoza también salvado tras su victoria de ayer. Con elAndorra, Villarreal B y Alcorcón descendidos, el propio Mirandés y el Amorebieta se jugarán en Anduva la última plaza de descenso.