Antonio Anglés, el huido de la Justicia

G. F. A.
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El mayor misterio del triple crimen continúa siendo el paradero de uno de sus presuntos autores, al que aún se busca, vivo o muerto

Antonio Anglés, el huido de la Justicia

El crimen de Alcàsser es una herida abierta pero también es un caso sin cerrar. Quedan un buen puñado de incógnitas sin respuesta y sobre todo una: ¿donde está Antonio Anglés? El mayor misterio de ese trágico suceso sigue sin resolverse a pesar del tiempo transcurrido. El prófugo más buscado de España por su implicación en el rapto, violación y triple asesinato de las niñas, sigue siendo un fantasma, haciendo infructuosos, hasta el momento, los esfuerzos de la Policía por encontrarlo.

La investigación judicial sobre lo acontecido en el paraje de La Romana, de la que es responsable el Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira, está virtualmente agotada pero tiene una pieza dedicada de manera exclusiva a la localización de Anglés.

Se le busca vivo o muerto. Las Fuerzas de Seguridad quieren atar este cabo y no cejan en el empeño.

A lo largo de los últimos años se activaron diferentes averiguaciones orientadas a intentar localizarlo en el extranjero a raíz de unas llamadas y correos electrónicos que recibió su hermana. Desafortunadamente, esa línea de actuación resultó infructuosa.

 Se abrieron otras, sin embargo. Así, se analizaron restos óseos hallados en las costas de Irlanda, donde se sospechó que pudo llegar o haber fallecido Anglés embarcado como polizonte en un barco que partió de España.

Ahora, las últimas tecnologías en todo lo relacionado con el ADN y el análisis de restos se han sumado a esta singular cruzada para esclarecer los misterios sin resolución. La reciente personación en la causa de la acusación popular que ejerce la Asociación Laxshmi para la lucha contra el Crimen ha dado un nuevo impulso tanto a la búsqueda como a la posible certificación, mediante modernas técnicas analíticas, de la posible presencia del prófugo Anglés en el escenario del crimen.

Esta entidad pidió al juzgado de Alzira que lleva el caso que dé un impulso procesal a las pruebas aún pendientes de resultados y se indique al Instituto Nacional de Toxicología que proceda al análisis de pelos y muestras remitidas desde el depósito de Valencia «utilizando las técnicas más modernas que posean». 

El pasado mes de noviembre, el titular del juzgado solicitó, entre otras actuaciones, realizar nuevos análisis genéticos de la ropa que vestían Toñi, Miriam y Desirée con el fin de encontrar sospechas o evidencias de sangre, semen y ADN en distintas muestras y restos del horrible asesinato.

Técnicas 3D en la alfombra

La Asociación Laxshmi, presidida por el criminólogo Félix Ríos, demandó también la realización de un reportaje fotográfico 3D in situ de la moqueta o alfombra en que fueron envueltas tras su violación, tortura y asesinato tras el examen que lleve a cabo el Instituto de Toxicología, a fin de poder realizar interpretaciones forenses de posteriores resultados de laboratorio.

La moqueta con la que los asesinos envolvieron los cuerpos de las tres niñas tenía restos de semen.

En julio del pasado año, otra línea de investigación abierta por el Departamento de Criminalística de la Guardia Civil detectó posibles rastros de sangre en el vehículo de Miguel Ricart, único condenado por el crimen. Se habrían hallado en la parte frontal y trasera del respaldo del asiento del copiloto del Opel Corsa de su propiedad.

Alcàsser, en definitiva, es un caso abierto. El triple crimen que conmocionó a la sociedad española hace 30 años tiene todavía ángulos oscuros sobre los que arrojar luz.