La Sección Segunda de la Audiencia Provincial acogió ayer el juicio contra un hombre que se enfrenta a 11 años de prisión como responsable de un delito de agresión sexual a una menor, otro delito de agresión en grado de tentativa, además de un delito de resistencia en concurso ideal con dos delitos de lesiones, en el que el procesado defendió su inocencia.

Aunque la letrada de la acusación particular, Mercedes Alfaro Serena, solicitó la suspensión del juicio porque no acudió a la vista una testigo que consideraba fundamental, el Tribunal decidió seguir adelante con el mismo.

El procesado negó en todo momento el haber realizado tocamientos a las denunciantes, aunque dijo no recordar con claridad todo lo sucedido.

La primera denunciante manifestó que en la madrugada del 14 de agosto de 2022, en la localidad de Tobarra, el acusado M.H., de nacionalidad marroquí, trató de meterla en el baño de un establecimiento en el que estaban,  mientras trataba de obligarla a ingerir una pastilla, aunque tras un forcejeo pudo marcharse. 

En cuanto a la menor, explicó que en la madrugada del 20 de agosto de 2022, en un pub de Tobarra, el acusado comenzó a molestarla a ella y a una amiga, ofreciéndoles pastillas, que ambas rechazaron. Ya en otro local, sujetó a la menor, que en aquel momento tenía 15 años y la arrastró al aseo, donde trató de besarla y donde le tocó los pechos, los glúteos y la vagina, por encima de la ropa.

Las conclusiones. En sus conclusiones, la fiscal mantuvo su petición inicial de 11 años de prisión para el procesado por todos los delitos, aunque elevó la indemnización de 1.000 euros que pedía inicialmente para la menor a 5.000 euros. Para la otra víctima solicitó 600 euros de indemnización.

Por su parte, la abogada Mercedes Alfaro, representante de la menor, solicitó siete años de prisión para el procesado, al considerar probados todos los hechos. «Es un intento de agresión, porque la chica consiguió zafarse. Sólo tenía 15 años».

Por su parte, el abogado de la defensa, Marcos Martínez, solicitó la absolución de su cliente en lo referente a los delitos de agresión sexual a menor y agresión sexual intentada, por falta de pruebas, aunque no por el delito de resistencia. «El muchacho, como está en situación irregular tuvo miedo y salió corriendo. Con los agentes hubo un forcejeo, pero fue un forcejeo pasivo, sólo intentaba escapar».

Sobre el delito intentado de agresión sexual, el letrado afirmó que en la declaración de la denunciante «hubo continuas contradicciones». En cuanto a la agresión sexual a la menor, dijo que «no negamos que hubiera un abuso sexual, pero si que lo haya cometido mi cliente».

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