Un tercio de las prácticas de UCLMRural ofrecen ya alojamiento

Emma Real
-

Este año se ofertan 52 becas por las diputaciones y 13 por el Ministerio, para un programa que ha llegado a 300 alumnos

Los perfiles solicitados que más se han repetido son Farmacia, Ingeniería Industrial, Ingeniería Mecánica, Enfermería o Ingeniería Agrícola. - Foto: E.G.M.

La Universidad de Castilla-La Mancha fue pionera, junto a un puñado de universidades más del país, en acercar a sus estudiantes al entorno rural, mayoritario en esta Comunidad Autónoma, mediante la realización de prácticas remuneradas para estudiantes en empresas y entidades de municipios de menos de 5.000 habitantes.

Así surgió el programa UCLM Rural, al que luego se incorporó el Ministerio, con su iniciativa Campus Rural, y ahora la institución académica ofrece a su alumnado la posibilidad de dos vías para completar su formación mediante el desarrollo de prácticas externas remuneradas, curriculares o extracurriculares, en empresas, instituciones y asociaciones del medio rural y de localidades poco pobladas.

De esta forma, la Universidad pretende  acercar a los jóvenes a otros entornos, promover el empleo y combatir la despoblación fomentando la realización de prácticas en empresas e instituciones localizadas en zonas rurales.

Incorporar mejoras. En las ediciones anteriores -la primera fue en 2021-, el programa se ha indo perfilando poco a poco. Para esta edición, se ha dado un salto cualitativo importante. «La novedad este año es que tenemos un tercio de las prácticas en empresas e instituciones que también les ofrecen el alojamiento», ya que «en las primeras ediciones era un inconveniente» porque a muchos alumnos no les resultaba fácil encontrar uno. «Es un incentivo más a la hora de solicitar participar». Lo apunta Rosario Pérez Morote, directora académica del Vicerrectorado de Innovación, Empleo y Emprendimiento de la UCLM, que gestiona esta iniciativa de la institución.

Dentro del programa hay dos convocatorias diferenciadas. Una de ellas proviene de un convenio con las Diputaciones Provinciales de Albacete, Cuenca, Ciudad Real y Toledo y el otro programa proviene del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (que a nivel nacional se llama Campus Rural), que se impulsó después.

Para esta nueva edición, lo que se ha hecho hasta el momento es tener preparadas las convocatorias, «que se publicaron en marzo, la de las diputaciones, y en abril la del Ministerio», y abrir así, de manera paralela la posibilidad de que las empresas, entidades e instituciones ofrecieran prácticas.

Este periodo de tiempo ha servido de preparación y para la recepción de las ofertas de las empresas. «Han sido 204 entidades y empresas formularon peticiones para un total de 290 prácticas para hacer estancias en pueblos de las provincias castellano-manchegas de menos de 5.000 habitantes», concreta Rosario Pérez.

En el caso de la convocatoria de Campus Rural se ha abierto la posibilidad al alumnado de hacer prácticas también en entidades y empresas de municipios pequeños pero de otras provincias, en concreto, de Asturias, Menorca, Ourense, Segovia, Soria, Teruel, Palencia y Zaragoza.

De forma coincidente, también se han mantenido las reuniones con los estudiantes para informarles de las opciones a su disposición y, «entre todos esos encuentros, hemos congregado a más de 300 estudiantes» con interés.

Previsión de asignación. Ahora, en mayo, explica la directora académica, se han empezado a asignar los primeros lotes de becas. «Con el tema del Campus Rural se ha asignado el 68,6%, y en esta semana ya vamos a signar las primeras becas que provienen de las diputaciones», cuenta Pérez Morote. En total, la UCLM va a asignar 52 becas dentro del programa de las diputaciones y 13 dentro del programa del Ministerio.

Se distribuyen ahora porque la mayoría de las prácticas se van a realizar dentro del periodo de verano, entre junio y septiembre, aunque una pequeña parte queda para la vuelta del verano, «porque hay titulaciones que también tienen sus prácticas entre octubre, noviembre y diciembre».

Por el momento, la UCLM ha recibido una buena respuesta del alumnado. «Tenemos alrededor de unas 250 solicitudes», expone Rosario Pérez, aunque comenta también que no es una cifra fija, porque los estudiantes van solicitando su participación en el programa de forma progresiva, con lo que el número es cambiante. «Suele subir el dato conforme se aproxima el periodo de prácticas, luego se van abriendo otras y siempre tenemos estudiantes en proceso. El plazo de solicitud inicial está abierto ya, pero conforme vayan viendo que las prácticas que les interesan van abriendo sus plazos, pueden ir pidiéndolo. Y se resolverá con tiempo suficiente, antes del inicio».

Al igual que los estudios de la Universidad Regional, las prácticas se ofertan prácticamente en todas las áreas de conocimiento implicadas y están abiertas a todas las titulaciones. «Una de las claves que queremos es que todo el alumnado tenga su oportunidad».

Si bien la UCLM es de ámbito autonómico, en la provincia de Albacete «hemos recibido unas 50 solicitudes de empresas para prácticas y ya se han publicado 23», detalla la directora académica. Se han solicitado perfiles relacionados con Administración y Dirección de Empresas, Relaciones Laborales, Tecnología de los Alimentos, Ingeniería de la Edificación, Historia, Informática, Trabajo Social, aunque, como apunta Pérez Morote, «los perfiles solicitados que más se han repetido son Farmacia, Ingeniería Industrial, Ingeniería Mecánica, Enfermería o Ingeniería Agrícola».

En cuanto a la procedencia de las empresas o, lo que es lo mismo, el lugar donde hará las prácticas el alumnado, «no hay distinciones», suelen recibirse de toda la geografía albaceteña, con el requisito de que sean municipios con una población inferior a los 5.000 habitantes, si bien éstos «se concentran principalmente en las comarcas de la Sierra de Alcaraz, Campos de Montiel, Sierra del Segura y La Manchuela», indica.

Mínimo, tres meses. Desde la Universidad castellano-manchega lo que se intenta es «ser variados y dar juego a que estén presentes municipios que no han participado en ediciones anteriores», aunque Rosario Pérez insiste en que «lo que prima es el proyecto formativo que el estudiante vaya a desarrollar dentro de la entidad y el interés de la práctica».

La duración de las prácticas «suele ser de tres meses, pero puede ser ampliable a cinco meses», siempre que haya interés y acuerdo por las partes, y que, sobre todo, a la empresa le parezca bien. «No es lo habitual, -admite Pérez- pero sí hemos tenido casos».

(Más información en edición impresa)