Llanos Monteagudo Rodenas presenta el viernes, a las 19 horas, en la Biblioteca Pública del Estado en Albacete, su último poemario, En brazos del viento, ilustrado por Marisa García López. En este acto contará con la propia ilustradora y la profesora, especialista en lengua, Marta Cerezo. La autora comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de la obra, con una dedicatoria especial a su padre, Ángel Monteagudo García, fallecido durante la pandemia.
¿Su tercer poemario?
Efectivamente, es el tercer poemario que publico y está escrito hace unos años. El objetivo es ofrecer un libro de poesía a los jóvenes entre 12, 14 años, aunque puede leerlo cualquier persona.
¿Por qué se fijó, precisamente, en los jóvenes?
Me he fijado porque, como soy profesora en un instituto, llevo más de 20 años trabajando como profesora de lengua, y a la hora de explicar el género lírico, parece que cuesta más llegar a los chicos con ese género, de partida lo rechazan. Es como una especie de juego, de reto, intentar hacer poemas para los jóvenes, con ese objetivo.
¿Hay que escribir de forma diferente?
Lo que he hecho es aligerar un poco el lenguaje, hacer que la palabra sea más accesible y que ellos puedan llegar con más facilidad al mensaje que hay detrás del poema. Pueden leer cualquier tipo de poema, por muy complejo que sea, pero sé que les cuesta, porque tengo experiencia. Lo que me dicen es que no lo entienden, entonces es un intento de aligerar el lenguaje para que tengan más accesibilidad al mensaje que quiero transmitir.
¿Cómo se hace eso?
Con un vocabulario más comprensible, más cercano. No es que mi poesía, cuando escribo para adultos, sea difícil, pero sí que en este caso he intentado hacerlo, todavía más accesible, para un público que está en aprendizaje con el idioma, con las palabras, generando vocabulario. El reto es que los jóvenes miren de otra manera la poesía, que lo consiga, veremos.
No es poesía hermética.
Para nada, aunque hay una simbología detrás de los poemas. El símbolo está, como la metáfora o los recursos literarios propios de la poesía, pero hay un intento de que llegue.
¿Todos los poemas están ilustrados?
Sí, pero eso vino después. Lo primero fue escribir algo accesible a un público infantil y juvenil y, una vez que tenía los poemas creados, pensé que sería bueno que estuviesen ilustrados. Fue casual el encuentro con la ilustradora, con Marisa García López. Después del confinamiento, nos reunimos un grupo de escritores para recitar y leer nuestros textos. Ahí me encontré con un libro de cuentos Cuatro voces y un lápiz y al abrirlo, apareció una ilustración, un corazón del que salían flores. Me emocionó muchísimo y no dudé en proponer a Marisa García que ilustrara En brazos del viento. Ella es profesora jubilada de biología y siempre ha tenido pasión por la pintura. Esa vocación de enseñar a los adolescentes nos une y las ilustraciones, es curioso, todas son rostros, sobre todo de niñas, porque lo interpretó así.
¿Qué temas aborda?
Sobre todo, abordo la contemplación de la naturaleza, prestar atención a los pequeños detalles de la vida, vivir el presente o que no se nos escape lo esencial que hay en lo que nos rodea.
¿Lo conocen sus alumnos?
Todavía no. Sí que he anticipado algo en mis redes sociales, pero no a mis alumnos. La verdad es que espero que llegue al público infantil y juvenil, pero lo puede leer cualquiera; todos llevamos dentro un niño y un adolescente que puede conectar igualmente con los textos.
¿Dónde estará disponible?
Tras la presentación en la biblioteca, estará tanto en Librería Popular como en Herso y no sé si en otras librerías.
¿Qué planes literarios tiene?
Tengo otros dos libros escritos, de diferente forma y contenido, también poesía.