Con algo más de un tercio de plaza, se celebró la novillada de la Virgen de los Desamparados en la plaza de toros de Valencia, donde se lidiaron seis novillos de José Cruz, bien presentados aunque faltos de casta y nobles, para Manuel Caballero, Ismael Martín y Nek Romero.
De una gran estocada terminó Caballero con el primer novillo de su lote. Lo recibió con verónicas a pies juntos muy vistosas alternadas con chicuelinas de manos bajas. Lo picó muy medido Agustín Moreno y lo lidió con suavidad Candelas, banderilleando con solvencia Casanova y Víctor. El novillo tuvo calidad y poca fuerza, pero lo supo mantener en el ruedo a base de temple, hasta que consiguió pasarlo por abajo con las dos manos, llegando con su toreo al tendido. Se le vio puesto y con soltura, sin concesiones a la galería. Buen concepto, serio y con mando, aunque el astado no le permitió mayor conexión con el público. Tras una estocada, hubo petición pero quedó en una vuelta al ruedo.
Volvió a demostrar Caballero su buen concepto en el segundo de su lote, un animal al que faltó transmisión, sosito y noble. Lo toreó Manuel con suavidad y mucho temple, y antes se pudo ver lances a la verónica de buena ejecución, templado y suaves. Buena lidia de Casanova y dos grandes pares de Candelas. Richard lo midió y cogió bien en el caballo, sucediéndose una faena en la que lo puso todo el torero, templado, suave y con gusto, sin concesiones al tendido, como hizo en su primero. Media tendida, estocada trasera y dos descabellos, dejó el resultado en tibias palmas.
El salmantino Ismael Martín salió muy motivado, recibiendo a su primer novillo con verónicas muy enrazado, sacándolo a los medios. No anduvo fino con las banderillas, cayendo algunos palos al suelo pero de buena ejecución. Buen comienzo de faena aunque el José Cruz se quedó pronto corto, debiendo echar mano de las cercanías. No anduvo fino con la espada y recogió una ovación.
El que hizo quinto, un animal con mayor transmisión, se movió y lo aprovechó el salmantino para conectar pronto con el tendido y la faena tuvo transmisión. Lo mató bien y cortó una oreja.
El valenciano Nek Romero tuvo como primero a un ejemplar que se quedó pronto muy corto, además de mansito y rajado. En la misma línea salió el sexto, noble y con escasa transmisión. El valenciano estuvo muy dispuesto y teniendo que echar mano de las distancias cortas para llegar al tendido, templando y poniendo casi todo de su parte. Necesitó de un pinchazo antes de cobrar una estocada y cortó una oreja.