Francisco José Mazo recogerá el próximo día 16 el trofeo como mejor novillero con picadores de la Feria que le otorga el Club Abonados Plaza Toros de Albacete, tras dos faenas de mucho mérito que ha hecho que esta asociación haya valorado la disposición y solvencia que derrochó este joven novillero durante su actuación el 10 de septiembre en el abono albacetense. Torero al que todavía hay que ver, ya que su bagaje es corto y tiene mucho que decir.
'La Tribuna de Albacete' ha conversado con este diestro de dinastía, pues no hay que olvidar que es hijo del gran picador desaparecido Manuel Mazo, quien se ha mostrado con la ilusión intacta y esperando su gran oportunidad, que tendrá que llegar. «El Club de Abonados me ha premiado como el mejor novillero con picadores de la feria, lo que supone un placer y la satisfacción de ver mi trabajo valorado», aseguraba.
Buena imagen con un lote deslucido. «Yo iba dispuesto a que con poco que me ayudara uno, sabía que le podía cortar las orejas, pero a la vista está que no tuve ni la mínima opción, pero por lo menos se me vio en novillero, que era como se me tenía que ver y con esa actitud que debe tener un novillero. En mi primero hubo petición y di una vuelta al ruedo y es cierto que en el momento te molesta que no te den la oreja, pero conforme pasa el tiempo, muchos me han dicho que es más importante la dimensión que das que el triunfo numérico. Me di cuenta después que el aficionado valoró mucho mi actuación, y eso me reconforta bastante».
Ilusión intacta. Las cosas del toro, un torero con muchas condiciones y toreando muy poco. «La situación del toreo es muy complicada y todavía más la de los novilleros, pero eso no es excusa y que no haya aparecido nadie para ayudarme, tampoco, para no seguir entrenando y preparándome, levantándome todos los días con la ilusión de querer ser torero. No es algo que me preocupe porque sé que tarde o temprano llegará y mientras sigo teniendo mucha ilusión en coger una muleta y un capote».
Considera el diestro que toreando poco es fácil venirse abajo. «En mi caso -asegura- tengo la suerte de contar con el apoyo de José Fernando Molina y el Niño Belén que estoy todos los días con ellos y gracias a ellos el año pasado pude tener un invierno bastante bueno y prepararme toreando en el campo, entrenar duro y sobre todo no parar de creer en mí. Esto ha sido un pilar muy importante».
Dos novilladas su balance de la temporada. «Una la toreé el 7 de septiembre en Villarrubia y la de Albacete el día 10, en Albacete me están dando confianza y de momento cuentan conmigo».
Afirma estar tentando en grandes casas. «La semana pasada estuve con Molina y El Belén en casa de El Juli, en casa de Juan Manuel Criado con el maestro Manuel Caballero y luego en casa de Domingo Hernández, un lujo poder vivir el toreo de esta manera en estos tres sitios, rodeado de figuras del toreo y ganaderías también figuras, no paras de aprender escuchándolos hablar y oyéndolos hablar de vivencias de su carrera y anécdotas. Me siento un privilegiado por poder pisar esas casas, esa es la verdad».
Se aprende mucho escuchando. «Es algo que no lo entendía cuando oía decir que se aprende más viendo que toreando, pero estos días de campo me ge dado cuenta de que era verdad».
Desvela que «desde la ultima novillada no he dejado de entrenar y aunque los días de navidad bajes un poco la intensidad, tampoco paras esa semana, porque los trastos los cojo todos los días ya que, si algún día no los cojo, lo noto una barbaridad, no solo técnicamente, sino anímicamente, pues necesito tener los trastos en la mano a diario».
Finalmente, reconoce que hay un plan B: «Estoy en tercero de Administración y Dirección de Empresas (ADE) y voy compaginando la carrera con el toro y aunque en preferencias siempre gana el toro, no hay que dejar la formación a un lado, porque esto es muy difícil y no sabes lo que te deparará el futuro, por lo que soy consciente y hay que tener un plan B por si acaso».