La Fundación Asprona Laboral (ASLA) participa en un novedoso proyecto piloto de 'Empleo Personalizado' de Plena inclusión con el objetivo de apoyar a las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo (Pcdid) con más necesidades de apoyo a acceder al mercado laboral, en base a unas metodologías y prácticas que han tenido éxito en el ámbito internacional.

Este proyecto se está desarrollando desde el pasado mes de mayo con María Rey, Pcdid de Asprona que, junto a Marisa García y Lucía Rabadán, profesionales de la Fundación gestionan este pilotaje con otras profesionales del servicio de Capacitación de Asprona y la familia de María Rey.

La primera etapa del proyecto se centra en el auto conocimiento y exploración de la persona y su entorno. Actualmente María está comenzado a constituir su círculo de apoyo, formado por familiares, como su padre y sus hermanos, y otras personas cercanas a María Rey que le acompañan en esta fase de descubrimiento de sus áreas vocacionales y elección de los temas que le interesen.

María Rey espera de este proyecto aprender cosas nuevas y conocer los diferentes talentos que le puedan servir para encontrar un nuevo trabajo adaptado a sus necesidades. Hasta ahora solo ha trabajado como limpiadora en diferentes espacios.

El empleo personalizado es un empleo con apoyo para personas a las que más les cuesta tener trabajo. Por ejemplo, personas a las que les cuesta comunicarse. En España, hay 63 mil personas con discapacidad intelectual y grandes necesidades de apoyo. El 96% no accede al mercado laboral.

El puesto de trabajo no existe, se inventa para esa persona, pero siempre aporta valor a la empresa o a la organización que le contrata.

Tiene una metodología propia de trabajo, es decir, una forma de hacer las cosas muy concreta, es decir, tienes que tener un buen conocimiento de la comunidad, del barrio y de las personas que rodean a la empresa o la organización.

El empleo personalizado es un trabajo a medida, pensado para las personas a las que les cuenta encontrar un empleo por eso se tiene en cuenta lo que sabe hacer, lo que le gusta y los apoyos que necesita.

Para conseguir empleo personalizado, lo establecido es seguir 4 fases o pasos.

La primera fase es de explotación y descubrimiento y es un proceso de escucha, conocimiento e indagación profunda de la persona y su entorno.  En esta etapa se descubren cuáles son sus áreas vocacionales y se eligen tres temas que más le interesen.

La segunda fase es la de la planificación donde se identifica si hay empresas que encajen en los talentos de la persona que busca empleo. La persona ya ha detectado sus talentos y sus capacidades. En este punto se debe organizar toda la información para poder presentarla a las empresas de la mejor forma posible. De los temas vocacionales se crea una lista de 20 negocios relacionados y otra lista de entrevistas informativas (cómo funciona la empresa, qué tipos de trabajos se realizan en ella, etc.).

La tercera fase corresponde a la negociación, aquí ya se han identificado las áreas vocacionales, se han redactado la lista de los 20 negocios y la de entrevistas. Se pasa a contactar con empresas para hacerles ver lo que puede aportar la persona a su empresa: Se hacen visitas y entrevistas a las empresas, se conectan las necesidades y habilidades de la persona con las oportunidades laborales, y al final se negocia el puesto de trabajo para que beneficie a ambas partes.