¿Se imaginan tener un reloj de pulsera que te avisa si tu corazón empieza a fallar y de esta forma podrías evitar una fibrilación auricular y con ello el riesgo de sufrir un procedimiento embólico grave como un ictus?. No es ciencia ficción, estos relojes inteligentes son hoy día una realidad que usan a diario muchas personas. Los más potentes y con mayor evidencia científica son el Apple Watch y el Fitbit.
Pero la cosa no queda aquí porque acaba de salir al mercado un anillo inteligente con funcionalidades similares, es decir, que por ejemplo mide la frecuencia cardíaca. Yel futuro viene de la mano de la Inteligencia Artificial (IA).
De estos modernos sistemas y sus aplicaciones a la salud habló ayer, en el marco del ciclo de conferencias Hacemos Barrio, el cardiólogo de la Unidad de Arritmias del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete Víctor Hidalgo Olivares, que expuso cómo ha evolucionado la tecnología para la detección del ritmo cardíaco y las arritmias, en especial, la fibrilación auricular.
El doctor Hidalgo Olivares hizo un repaso de la evolución de estos dispositivos, desde los primeros tremendamente pesados, caros y con poca rentabilidad diagnóstica, a los sistemas actuales, relojes inteligentes que hoy día utilizan muchas personas y cuya fiabilidad para detectar un ritmo cardíaco irregular es muy alta, con un valor predictivo en torno al 90%.
Dispositivos, como comentó el ponente, que también han avanzado en el control de la tensión arterial, la saturación de oxígeno, posible medición de glucemia e incluso la ovulación. En estos casos estas últimas funcionalidades no están aprobadas por la FDA (Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) con un fin diagnóstico médico pero sí cuentan con certificación para dar información médica relevante al propietario del dispositivo tecnológico. Además es una herramienta útil para la detección de caídas.
Además, el cardiólogo expuso por dónde pasa el futuro de estas tecnologías con la llegada de la Inteligencia Artificial.
En concreto, comentó que la verdadera revolución de estos relojes inteligentes llegó a partir de 2018 que es cuando las utilidades desde el punto de vista de control de la tensión se han incrementado notablemente. Hasta esa fecha estos dispositivos sólo medían la frecuencia cardíaca y por tanto su utilidad de restringía únicamente a eventos y actividades deportivas. «Los de Apple fueron los primeros y cuando sacaron el reloj con la función de detección de fibrilación auricular la FDA ya había aprobado esa funcionalidad, fruto de las investigaciones previas realizadas».
El doctor Víctor Hidalgo aclaró que «la fibrilación auricular que miden estos modernos relojes es la causa más frecuente de arritmias, que sufren el 10% de las personas por encima de los 80 años».
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