Durante el año 2023, se arrancaron unas 700 hectáreas de viñedo en Castilla-La Mancha y, durante ese mismo período, se replantó esa misma superficie de vides, pero más al norte, en la comunidad autónoma de Castilla y León.
Éste es uno de los muchos datos que contiene un reciente informe del Ministerio de Agricultura, sobre la aplicación del régimen de autorizaciones de nuevas plantaciones de viñedo y de potencial de producción vitícola en España.
El informe de la Dirección General de Producciones y Mercados Agrarios del MAPA contiene un gran número de datos acerca de la situación del viñedo. Pero lo más llamativo es que muestra un sector más dinámico de lo que parece.
Algunos datos son muy sabidos. Por ejemplo, que Castilla-La Mancha representa casi la mitad de la superficie de uva de vinificación en España. Para un total de 928.108 hectáreas, en la región hasta 442.970, lo que equivale al 47,7% .
Menos superficie. Pero incluso las cifras que parecen más inamovibles se mueven con el paso del tiempo. Por ejemplo, en 2001, nuestra región tenía 528.278 hectáreas de viñedo, 85.308 más que ahora, lo que supone una bajada del 16% en 22 años.
Este descenso de la superficie va en paralelo a un proceso que también se da en otros sectores, la concentración, pues el 15% de las explotaciones vitícolas (11.959) ya concentra el 70% de la superficie regional, 309.278 hectáreas.
Otro dato interesante es saber qué variedades de uva son las que tienen más peso en la región. Con mucha diferencia (187.045 hectáreas, el 42% de la superficie) la comunidad de Castilla-La Mancha todavía es la tierra de la airén.
Por superficie, las otras variedades más importantes en la comunidad son la tempranillo (66.938 hectáreas); la garnacha tintorera (32.325), la bobal (31.005), macabeo (23.589), garnacha tinta (21,151) y la monastrell (13.226).
Con estos datos, no es extraño que en 2023 Castilla-La Mancha obtuviese casi la mitad de las hectáreas otorgadas para nuevas plantaciones de viñedo, con 689 hectáreas (el 49%)de un total en España de 1.407.
Autorizaciones. Y a partir de aquí es cuando el informe del MAPA se pone muy interesante. En concreto, al llegar al capítulo de las autorizaciones por replantación, el paso previo para plantar viñedo arrancado.
Con el régimen de autorizaciones vigente, cuando se logra una resolución de arranque, también se obtiene la opción de pedir una solicitud de replantación, que se podrá pedir en un plazo máximo de dos campañas.
En el caso de Castilla.La Mancha, se concedieron 8.878 hectáreas durante 2023 con este objeto, pero estas autorizaciones se pueden transferir de una comunidad autónoma a otra.
Ahí es donde las viñas se mueven, porque Castilla-La Mancha fue la región que cedió más derechos en 2023 (669,45 hectáreas) mientras que Castilla y León fue la que más derechos captó (712,7).
Este 'flujo' de salida también se da con las autorizaciones de conversión, ya que el 70% de las transferencias a otras regiones procede de Castilla-La Mancha, siempre de acuerdo a los datos del MAPA.