Ricardo Beléndez, gerente de Cultural Albacete, representó al Festival Internacional del Circo en la presentación de los galardonados con los premios San Juan, que reconocen a ese evento su papel en la promoción de la ciudad ya que, en sus palabras, «ha llevado el nombre de Albacete por todo el mundo».

Según destacan desde FEDA, la iniciativa comenzó en 2004 6 las primeras cuatro ediciones de un festival, sin carácter competitivo, se hicieron en el Teatro Circo y con una participación mayoritariamente de artistas españoles y algún europeo, bajo diferentes denominaciones. En 2008, primer año con competición, se inició la andadura actual, llevándose a cabo en una carpa dentro de la Plaza de Toros ya que ciertos números aéreos no podían celebrarse en el Teatro Circo pues no se habían concebido sistemas de soporte adecuados en el techo en su restauración. Así se celebraron las cuatro primeras ediciones aunque también se realizaban actividades del festival en el Teatro Circo como espectáculos de payasos o jóvenes artistas.

En la quinta edición del Festival se realizó ya íntegramente en el Teatro Circo pues ya era posible instalar trapecios y estructuras tan complejas como «la rueda de la muerte», que suponen cargas y tensiones de miles de kilos. También se cambiaron la denominación de las galas, pasando a llamarse Dulcinea y Sancho Panza, donde los artistas compiten ante un jurado internacional, mientras que final, dónde se entregan, pasó a denominarse Don Quijote.

El festival, ante la demanda del público, se han ido ampliando con los años y para ello se crearon las Galas de Estrellas, que reúnen a los artistas premiados y otros seleccionados. Estos realizan un espectáculo con diferentes funciones que, en la última edición, han llegado a ser 14 en las dos semanas consecutivas a la parte competitiva. Con ello, se ofrecieron 21 funciones o galas lo que ha permitido incrementar sustancialmente el público asistente hasta los casi 14.000 espectadores. De esas localidades, según indica la memoria del premio, más de 5.000 entradas se vendieron fuera de la ciudad y unas 2.000 correspondían a otros municipios de la provincia.

El evento es un festival exclusivo, ya que es el único de los certámenes competitivos mundiales que se lleva a cabo en un Teatro Circo. En cuanto a su papel en la difusión de Albacete, los organizadores remarcan que favorece el turismo cultural y que los premiados, en todas sus categorías, extienden el nombre de la ciudad por todos los medios de sus países y redes sociales del mundo.