Nadie sabe quién es, pero casi todos han oído hablar de ella... O, al menos, de su alter ego, La Vecina Rubia. Influencer de éxito en las redes sociales con su estilo irónico e ingenioso, y su obsesión por la perfección y la ortografía, y escritora súper ventas, con más de un millón de libros vendidos de la trilogía que significó su salto a la literatura. Pero hay más datos que sí se conocen de su biografía. Sus agendas para millenials con alma de adolescentes llenan oficinas, taquillas y bolsos de toda España. Sin olvidar que guapos oficiales como Jon Kortajarena o Miguel Ángel Silvestre se enamoraron de ella, al menos platónicamente, despertando la envidia de miles de mujeres -y hombres-. El enigma, no obstante, sigue envolviendo su verdadera identidad, ya que incluso su incansable y leal comunidad se pregunta quién es realmente esta Vecina Rubia que ahora vuelve a las librerías dando un salto casi mortal.
Y es que si la trilogía Verano (La cuenta atrás para el verano, Contando atardeceres y La chica del verano) se acercaba a la novela romántica, con tintes además de autobiografía, el rosa se torna ahora en negro, en el negro de los thrillers. Eso sí, La Vecina Rubia es La Vecina Rubia aunque narre truculentos crímenes y perturbadoras historias, por lo que el humor y también el amor aligeran Mi querida Lucía y la convierten en una novela que se englobaría dentro del cozy crime, un género que redefine la novela de misterio incorporando el humor, lo que hace la narración más amable y llevadera.
El libro -que solo en preventa llevaba ya vendidos más de 25.000 ejemplares- narra la historia de Lucía Romasanta, una astróloga treintañera y madre soltera que escribe el horóscopo en la revista de cultura pop de más éxito del país. Su sección, por supuesto, es la que más lectores y seguidores tiene porque aunque públicamente todos lo nieguen, ¿a quién no le interesa saber cómo le va a ir esa semana en el amor, el dinero o la salud? La vida de Lucía da un vuelco en el asfixiante verano de 2002, en pleno inicio del auge digital, cuando llega a la redacción una perturbadora carta de un admirador anónimo que, al contrario de lo que es habitual, no consulta sobre su futuro, sino que la señala como responsable de la muerte de una desconocida en caso de que no tome partido.
Más allá del misterio y los crímenes, el libro ahonda también en la culpa y el miedo, dos sentimientos que alguna vez han dominado la vida de cualquiera que se acerque a las páginas de la novela, lo que hace que el lector empatice con los personajes, aunque la historia les obligue también a cambiar de opinión sobre ellos constantemente. «En Mi querida Lucía vais a descubrir un thriller real, sin artificios, y arriesgado, que se aleja del estándar y continúa con el espíritu de quien está detrás de estas palabras», asegura la Vecina Rubia.