Uno de cada cinco euros de los que gastará la Junta el año que viene llegará a las comarcas en riesgo de despoblación. Así se traduce de los datos presentados hoy por el consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina, pero que ya adelantó la semana pasada Page en el acto del Día de la Mujer Rural. En concreto se destinarán 2.037 millones de euros, lo que supone un 20 por ciento en comparación con el gasto no financiero que manejará la Junta en 2025.
En comparación con lo destinado para este año, esta partida sube en 115 millones de euros. Se trata de un incremento del 6 por ciento, que está por encima de la media de crecimiento de los presupuestos (que es de un 1,9 por ciento globalmente y un 5,3 por ciento descontando el efecto de la reducción de fondos europeos).
Estos más de 2.000 millones para zonas en riesgo de despoblación se repartirán de la siguiente forma. La mayor partida, con 42,1 por ciento del total de la tarta, será para la prestación de servicios públicos. En total habrá 857,3 millones.
Le siguen las medidas de ámbito económico para apoyar a las empresas e impulsar el empleo en estas comarcas. Suponen un 41,4 por ciento del total de las partidas que van a zonas de despoblación. En concreto, se destinarán 843 millones en 2025.
Además hay también medidas de ámbito social, que suman 200 millones de euros y otras de ámbito territorial, que contarán con 135 millones el año que viene.
La atención que le da el Gobierno a la Castilla-La Mancha rural forma parte del «hilo conductor» que ha seguido la Consejería de Hacienda a la hora de elaborar estos presupuestos. Así lo expuso Ruiz Molina al explicar que uno de los objetivos es «incentivar la actividad económica» para generar riqueza y empleo, subrayando que «esa riqueza nos está permitiendo continuar haciendo frente al reto de la despoblación».
En el tomo dos de los presupuestos que ya ha colgado la Junta en su página web hay una memoria del impacto demográfico y de lucha frente a la despoblación. Destacan que el saldo migratorio de las zonas afectadas por la despoblación de la región representa el 26,7 por ciento del total. Es decir, que de cada cien personas, 27 han elegido ir a vivir a estas zonas rurales poco pobladas de la región, destacando que en las zonas clasificadas de extrema despoblación el saldo migratorio representa el 17 por ciento.