El año que viene Castilla-La Mancha percibirá del sistema de financiación autonómica 7.257 millones de euros. Es una cantidad que representa más de la mitad del presupuesto global de la Junta para 2025 y si solo se miran los ingresos no financieros supone un 68 por ciento. El volumen es tan importante que es lógico que el Gobierno regional sea tan insistente con la necesidad de modificar el sistema, pues perjudica a Castilla-La Mancha. 

«Entenderán la preocupación en relación con el modelo de financiacíon autonómica y las prisas que nos corren para que este modelo sea modificado», argumenta el consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina. Recalcó que la región está entre las «peor tratadas» con el sistema actual junto con Andalucía, Murcia y Comunidad Valenciana. El consejero incidió ayer en que es importante hacer una reforma con la que se consiga «garantizar que todas las comunidades dispongamos de la misma financiación por habitante», teniendo en cuenta unos criterios de población ajustada, pues no es lo mismo prestar servicios a una población repartida en núcleos dispersos o que tenga más edad.  

Ruiz Molina aprovechó para volver a mostrar el rechazo a una reforma que venga dictada por las negociaciones con Cataluña. Insiste en que la fórmula del concierto catalán es «injusta y egoísa», pues denuncia que «solo busca privilegios para una comunidad autónoma en detrimento del resto de las regiones». 

Mientras se reforma el sistema de financiación, Castilla-La Mancha pide un fondo de compensación transitorio para dar más dinero a las regiones que se están viendo perjudicadas con el modelo actual.