La Consejería de Educación inició en el año 2022 un proyecto piloto con el objetivo de conocer la realidad de los estudiantes con altas capacidades en Castilla-La Mancha. Una iniciativa que se ha desarrollado en 80 centros de toda la geografía castellano-manchega y que buscaba, entre otros aspectos, detectar alumnos, con una metodología novedosa, entre las aulas de Segundo a Quinto de Primaria y de Segundo de ESO. La propuesta concluye este año y, de momento, gracias a la metodología aplicada se han logrado identificar a 800 estudiantes en los centros de Castilla-La Mancha donde se está desarrollado la iniciativa, según los datos que maneja la Junta de Comunidades.
La iniciativa, a la que se ha denominado con el nombre de 'Mejora de respuesta educativa para el alumnado de altas capacidades', cumple uno de los objetivos marcados por la Consejería y que era identificar la cifra de alumnado con altas capacidades. La identificación es clave para cumplir el decreto de inclusión educativa 85/2018, que recoge, por primera vez, la necesidad de atender al alumnado que presenta altas capacidades.
Este Real Decreto, explicó la presidenta del sindicato de enseñanza ANPE en la provincia de Ciudad Real, Mónica Sánchez de la Nieta, es clave porque marca que se debe «atender a toda la diversidad y todas las necesidades que hay en el aula» y, en este sentido, recordó que hay una atención que se está presentando a aquellos alumnos que tienen «bajo rendimiento» o «necesidades educativas especiales», faltaban las altas capacidad.
Por este motivo, con esta propuesta de la Consejería de Educación, que se lanzó hace tres cursos, se buscaba elaborar un plan de atención completa. En concreto, el proceso comenzó con la designación de centros y los estudiantes que formarían parte del programa, los 80 de la región; continuó el año pasado con una criba, para determinar qué alumnos tienen altas capacidades. A esos alumnos y al resto de la calle se les hicieron pruebas específicas con el objetivo de ratificar su potencial, de tal modo que se acabó por identificar de forma concreta a los 800 alumnos diagnosticados con estas altas capacidades, este curso.
Además, la propuesta incluye la edición de una guía y el desarrollo de una propuesta educativa adaptada para estos alumnos, que puede implicar desde matricularlos en cursos superiores a otras iniciativas.
Un programa de apoyo. Desde ANPE recordaron que se trabaja, primero, en la identificación de las altas capacidades, «igual que se identifica el bajo rendimiento y se diagnostica y se hacen los informes psicopedagógicos», porque esos alumnos «tiene sus necesidades». Ahora, apuntan en el sindicato, es necesario contar con un plan para que el profesorado pueda atender a esos estudiantes diagnosticados, recordando que, en estos momentos, es «el equipo de orientación de los centros está intentando adaptar sus necesidades», como puede ser el desarrollo emocional o la socialización en el aula y apuntó a un posible programa de apoyo educativo para estas altas capacidades, con la intención de atender a sus condiciones específicas de aprendizaje.