La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) acaba de poner a la mitad de la provincia de Albacete y el sur de la provincia de Cuenca en estado de «sequía prolongada» y constata el grave deterioro de la situación en el Medio Júcar, un territorio que coincide con el acuífero de la Mancha Oriental.

Así consta en su último Informe de indicadores de sequía prolongada y escasez coyuntural, con datos correspondientes al mes de abril y que pone en esta misma situación a otras zonas de la Demarcación Hidrográfica del Júcar, como son la Marina Baja, el Vinalopó-Alacantí, Magro o Palancia-Los Valles.

Es preciso indicar que la sequía prolongada y la escasez coyuntural son fenómenos distintos. La primera se refiere a una carencia de recursos hídricos de origen natural, sin intervención humana; la segunda, a las dificultades para atender las demandas.

En el Medio Júcar, el principal indicador para establecer si la zona se encuentra en estado de «sequía prolongada» es la precipitación, que se desplomó durante el mes de abril, según reflejan los datos de la red de pluviómetros que gestiona la Confederación del Júcar. 

De acuerdo a los datos recabados por dicha red, las precipitaciones han sido prácticamente inexistentes durante todo el mes de abril. En el caso concreto de la provincia de Albacete, sólo tres pluviómetros registraron lluvias, pero con acumulados mensuales realmente bajos: 5,4 litros en Villatoya, 1,2 en La Roda y 0,6 en Villamalea.

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