Comisiones Obreras alertó ayer del plan de sustituciones que durante este verano tiene previsto realizar el Sescam. Las responsables de Sanidad de CCOO, Chelo Cuadra y Concha Plaza, insistieron en que será la Atención Primaria la que más se va a resentir, puesto que solo se sustituirán los casos imprescindibles para atender a la población rural, como son los casos donde solo hay un facultativo.
«Más vale que no tengamos que hacer un uso de los servicios sanitarios durante estos meses», lamentaron. Al respecto, consideraron que si ya estaba mermada la sanidad pública castellano-manchega con «los recortes realizados durante estos dos años», en el periodo estival existen categorías que no se van a sustituir y servicios que, aprovechando la excusa de la baja actividad, «permanecerán cerrados».
«Lo mejor que nos puede ocurrir es no caer enfermos este verano», subrayaron, y animaron a los usuarios de la sanidad pública a presentar denuncias en los servicios de Atención al Paciente o que se dirijan al sindicato, donde se les informará de como interponer las denuncias.
Repunte de episodios violentos. En este sentido, lamentaron que los afectados por una atención sanitaria deficiente se quejen al médico o al celador y «no vayan más allá». Añadieron que, en los últimos meses, se ha detectado un «repunte» en los «episodios violentos» entre paciente y personal sanitario y también un incremento de bajas por estrés de los profesionales de la sanidad.
Por otro lado, las dirigentes sindicales criticaron que el Sescam no haya establecido aún ningún mecanismo de ahorro, salvo los que afectan a los recortes en personal y sus salarios y no en otros apartados como puede ser establecer una central de compras para abaratar costes.
Este «recorte brutal» del Plan de Vacaciones del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, dijeron, «tiene como objetivo el desmantelamiento del sistema sanitario público para que los pacientes acudan a la sanidad privada, que no todos se pueden pagar», denunciaron.
Además de la deficitaria atención sanitaria, estos recortes en la sanidad pública castellano-manchega afectan negativamente al empleo, pues muchas personas estaban empleadas en las sustituciones de verano.