Los caballos también son de la cuadrilla

Pedro Belmonte
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Las monturas fueron parte importante del espectáculo en la corrida de ayer, con varios derribos e incluso alguna cornada

Atienden a Rociero tras la cornada que recibió. - Foto: Rubén serrallé

Se llama Rociero, y así se seguirá llamando mientras viva, que esperemos sea mucho tiempo, y ayer volvió a mostrar su raza y su valor, recibiendo dos cornadas muy serias en el cuello, cuando el tercer toro de la tarde, lo agarró del pecho derribándolo y ensañándose con él, pero una vez terminó el festejo, ¡de ocho toros!, nos interesamos por el estado de Rociero y el bueno de Oscar Cantos, que dirige magistralmente esa cuadra de caballos 'Pimpi de Albacete' que fundara hace ya años su abuelo, recientemente fallecido Juan Cantos.

Nos tranquilizó con buenas noticias, ya que salvo complicaciones, fue operado con éxito en la misma plaza y ya se recupera. Hay que recordar que hace unos años, este mismo caballo superó otras dos cornadas en el cuello, el 10 de septiembre de 2019 que le propinó un toro de Daniel Ruiz, por lo que podemos decir que es un gran caballo manchego curtido en mil batallas y como los toreros con raza, pronto lo veremos salir a las plazas de toros montado por buenos picadores enfrentándose a los toros más bravos del panorama.

Ayer no fue un buen día para los caballos, pues los toros de Domingo Hernández y Garcigrande plantearon muchos problemas, buscando la vuelta a las monturas en varias ocasiones e intentando derribarlas levantándolos del pecho, lo que consiguió por partida doble el quinto de la tarde al caballo montado por Manuel José Bernal, y tanto el picador como el caballo quedaron indemnes. Lo intentaron otros toros sin conseguirlo, como el séptimo de la tarde noche y el octavo, pero no lo consiguieron.

El resto de los picadores tuvieron trabajo, pero lo desarrollaron muy bien, cogiendo los toros de largo y sujetando a los más revoltosos que querían quitarse el palo de encima. Hay que destacar, sin duda, el puyazo maestro que recetó el joven Cristian Romero, un picador que se colocará en la elite de la fiesta, que ayer, en el sexto toro le metió las cuerdas antes de que llegara al peto y fue ovacionado cuando se retiraba de la plaza. Buen maestro ha tenido, su propio padre Richar Romero.

En el tercio de banderillas, ayer lucieron algunos banderilleros como es el caso de Rafael Viotti, con dos grandes pares, por los que tuvo que saludar en el que abrió plaza, al igual que Iván García en el tercero, que también obligaron a desmonterarse, destacando a Jesús Arruga tanto en el tercero como en el séptimo, José Chacón en el quinto, Curro Vivas en el sexto, Pérez Mota en el séptimo y Vicente Varela en el que cerró el festejo.

Los lidiadores anduvieron entonados y suaves con una corrida falta de casta, destacando a José Chacón en el abreplaza, escueto y sin molestar Curro Vivas en el segundo, Juan Manuel Pérez Mota en el tercero, Iván García en el séptimo y José Luis Barrero en el último de la tarde, suave y por abajo.