El Centro Cultural La Asunción de la capital acoge, hasta el 2 de noviembre, la exposición, Umwelt, la percepción de la montaña, con pintura se Juanjo Jiménez y poemas de Arturo Tendero.
Unwelt, palabra alemana, confirmó Arturo Tendero, «significa ambiente, espacio y, desde hace más de 100 años, un científico, Jakob von Uexküll amplió el significado, para llamar así al entorno perceptivo de cualquier organismo vivo y, para nosotros, la montaña es un entorno que expande las sensaciones», por eso, añadió Juanjo Jiménez, «el subtítulo de la exposición es la percepción de las montañas».
El pintor explicó este paseo, esta llamada de la montaña, «es para mí una afición, pero también una pasión, como me ocurre con la pintura y, en esta exposición se unen las dos pasiones».
Son recordó Juanjo Jiménez, «unos 45 cuadros, la mayoría de ellos pintados este año y, al contrario que la última exposición que hice en la José Saramago, son cuadros de gran formato, desarrollando algunas ideas que esbocé allí. Son lienzos en su mayoría y las técnicas que he utilizado son mixtas, acrílicos, fundamentalmente y, al final, me interesan mucho las cualidades y texturas que sugieren los barnices, entonces, para mí el barniz es parte también de la técnica y la percepción de la obra».
Recordó Arturo Tendero que el trabajo con Juanjo Jiménez viene de lejos, «con proyectos comunes que siguen funcionando, como La siesta del lobo, y hace ya 40 años que colaboramos en distintas cosas, de una forma anárquica, cuando surge, como pasa ahora, un diálogo entres sus cuadros y mis poemas. Juanjo vino un día y me comentó que tenía su estudio lleno de cuadros de montañas y me pidió una colaboración, así que revisé mis poemarios para buscar algo que tuviera que ver con la montaña y había bastantes poemas, hicimos una selección y aquí hay 12, en diálogo, junto a los cuadros».
En la exposición, advirtió el poeta, «hemos escogido versos, para que el diálogo sea más directo».
En realidad, recordó Juanjo Jiménez, «este proyecto surgió un día que me acompañó a Pirineos y subió su primer 3.000, en concreto fue al mítico Posets, del que hay, por cierto, dos cuadres en la exposición y después él hizo un poema que, amablemente, me dedicó».
Apuntó el artista plástico que «la mayoría de las montañas que podemos ver en esta exposición son reales, incluso las hay del Mugrón de Almansa, una montaña que me encanta, tiene muchísima fuerza, y está muy cerca, también hay de la Sierra de Alcaraz, como la Almenara o Peña Palomera, también de Albacete, y luego, otras de Pirineos, como Posets, Aneto, Saurín. También hay otros, que son montañas, pero son invenciones, no existen, con alguna obra que remite, incluso, a las montañas de Giotto, porque siempre me ha interesado cómo empezaban a representar el paisaje a partir del Renacimiento».