Para mí, la Feria se abre desde hace 17 años con el pregón taurino, que tuve el honor de dar en 2008, y el de este año lo tendré guardado en mi memoria como uno de los mejores. La razón es bien sencilla, el pregonero fue Juan Martínez Lorenzo, que lo hizo como conmemoración de sus 50 años de alternativa. Martínez Lorenzo supo mover las palabras con la suavidad de sus muñecas y la yema de sus dedos como si de un capote o una muleta se tratara. En su discurso, con ritmo, paradas y poder, como las buenas faenas, hizo que el público del Teatro Circo se retrotrajese al Albacete de décadas atrás, siempre unido a la tradición taurina que marcó y marca a esta ciudad. Juan Martínez, conocedor de nuestra Feria, hizo que los sentimientos comunes de los albacetenses afloraran y pocos perdieran la atención, hasta aquellos que seguían el pregón ocultos en las sombras de los palcos.
Este matador de toros se merecía dar el pregón taurino de su ciudad, como se lo merecen otros muchos albacetenses, de nacimiento o de adopción, que contribuyeron y contribuyen a hacer más grande si cabe la Feria taurina de Albacete en honor a la Virgen de Los Llanos. Cantera taurina hay, y de sobra, para conjugar sentimiento y tauromaquia en un pregón que debe ser santo y seña de nuestro ciclo taurino. Hubo años con personajes de fuera cuyos pregones poco o nada supieron decir de la Feria albacetense. Vinieron dieron el discurso y algunos no volvieron por estos lares.
Juan Martínez ha sido y será reconocido como uno de los matadores de toros albacetenses que mejor toreó, aunque su carrera fuera corta, y, a partir de ahora, también será recordado como uno de los mejores pregoneros taurinos de nuestra Feria.