El Albacete dio un paso de gigante en sus aspiraciones de lograr la permanencia tras dar continuidad al triunfo ante el Tenerife y ganar en Elda. La primera victoria a domicilio desde la llegada de Alberto González supone cerrar más de seis meses sin ganar lejos del Carlos Belmonte, desde que lo hiciera a comienzos de octubre en Alcorcón.
Un gol de Glauder mediado el segundo acto dictó sentencia tras un partido equilibrado, con pocas ocasiones de gol, en el que el equipo albacetense mostró síntomas evidentes de recuperación. Los cambios realizados por el técnico malagueño en la segunda parte le dieron el impulso definitivo para ir a por tres puntos que pueden ser determinante, ya que además deja muy tocado al Eldense, rival directo y que parecía, semanas atrás, libre de cualquier peligro.
El Alba tuvo una buena puesta en escena en el Nuevo Pepico Amat. El equipo de Alberto González salió decidido a presionar arriba la salida de balón del conjunto azulgrana, un mar de dudas por la racha negativa que arrastra en las últimas semanas, en las que sólo había sido capaz de sumar un punto de los 18 en juego.
Fidel fue durante los primeros minutos el canalizador del juego ofensivo del cuadro manchego. El jugador onubense, con libertad de movimientos en todo el frente de ataque, desequilibró y asistió. Aunque el Alba no dispuso de ocasiones claras, sí logró instalarse en el territorio de su rival.
El equipo de Fernando Estévez, agobiado por la presión alta del elenco de González, optó por un juego más directo, aunque su principal fuente para generar oportunidades llegó en los golpeos de Mateu. El futbolista valenciano fue una pesadilla para la zaga del Albacete con sus envíos desde el córner y desde el lateral.
El conjunto manchego, que le había puesto al partido un alto ritmo de juego, fue perdiendo gas con el paso de los minutos y el Eldense, más directo e intenso, acabó por llevar la acción al otro lado del campo. Chapela, con un disparo lejano, desató las hostilidades por parte del equipo alicantino. Poco después fue Florin Andone el que probó fortuna con un lanzamiento cruzado.
El equipo de Alberto González, sin la finura con el balón de los primeros minutos, optó por replegarse para frenar a un rival cada vez más envalentonado. La única respuesta a la ofensiva local del Albacete, que echó de menos la participación de Manu Fuster, fue un centro cerrado al área de Juanma que Mackay despejó con apuros.
El Eldense dispuso de su mejor oportunidad en una llegada de Jesús Clemente que Ros tapó de forma providencial, enviando el balón a saque de esquina. El conjunto azulgrana acabó por decantar de forma total el partido hacia el área de Vaclik en los últimos minutos de la primera parte.
Los desmarques al espacio de Florin Andone crearon algunas grietas en la defensa de la escuadra albaceteña, que volvió a sentirse amenazada con un disparo de falta de Mateu que salió alto por poco. El jugador valenciano, ahora como asistente, volvió a convertirse en una pesadilla con sus centros envenenados al área, pero la defensa del conjunto blanco resistió para alcanzar el descanso sin sustos.
Leve mejoría. Intentó adueñarse el Albacete de la posesión del balón en los primeros minutos del segundo acto, pero fue el elenco de Fernando Estévez el primero que remató con un disparo de Ortuño ajustado al palo que atajó Vaclík sin problemas.
Poco después, el conjunto albacetense tuvo su oportunidad en una contra que Quiles no supo culminar, si bien la acción quedó anulada por fuera de juego. De nuevo el Albacete apeló a la paciencia y al toque para desactivar la efervescencia de su rival.
Fidel, Manu Fuster y Olaetxea comenzaron a conectarse y el equipo de Alberto González se instaló de nuevo en el campo del Eldense durante varios minutos, pero sin claridad ni inspiración para amenazar con peligro real la portería defendida por Mackay.
El conjunto anfitrión, mucho menos barroco, dio mayor sensación de peligro, casi siempre en acciones a balón parado. En una de esas jugadas, Agus Medina evitó un problema a su equipo al bloquear con el cuerpo un disparo a quemarropa de Pedro Capó desde el interior del área.
Alberto González movió el banquillo dando entrada a Escriche y Jonathan Silva y su equipo reaccionó de forma inmediata. Un balón colgado al área por Manu Fuster y peinado por Escriche lo recogió Glauder en el segundo palo para marcar con un suave toque cruzado a la red. El gol, tras unos minutos de suspense, fue validado por el VAR, ya que el colegiado, en primera instancia, había señalado fuera de juego.
Buena defensa. La ventaja en el marcador, en el primer disparo a puerta del Albacete en todo el partido, encendió el ánimo de los más de 700 aficionados desplazados a Elda, que lograron enmudecer a los seguidores locales.
El equipo de Estévez dio un paso adelante con la salida de Cris Montes, y Carlos Hernández, de cabeza, puso de nuevo en apuros a Vaclík tras el enésimo envío envenenado de Mateu desde el saque de esquina. El Albacete quiso defenderse con el balón con la entrada de Riki y Rai Marchán. Agus Medina buscó el segundo tanto con una genialidad, ya que disparó a puerta desde el centro del campo al ver al portero local adelantado, pero Mackay lograba detener para evitar el tanto.
Se volcó en ataque, aunque de forma desordenada, la escuadra alicantina y el cuadro manchego, que apenas sufrió, pudo gozar de espacios para explotar el contragolpe. Agus Medina tuvo en sus botas la sentencia, a dos minutos del final. Sin embargo, no supo aprovechar, a puerta vacía, un mal despeje de Mackay y mandó el balón a las nubes con todo a su favor.
El conjunto de Estévez buscó la heroica con balones a la olla en el tiempo añadido, pero el Albacete se defendió con orden para custodiar tres puntos que suponen oxígeno extra en el camino hacia la permanencia. El Alba alcanza los 39 puntos, duerme fuera del descenso a la espera de lo que haga hoy el Cartagena, y mete al CD Eldense en la lucha por la salvación.