Levantaron expectación los 'victorinos' y la plaza registró más de tres cuartos de entrada, pero cumplieron con el dicho y fue una corrida de decepción, con poco fondo y un toro propicio para el triunfo, el tercero, con el que Serrano pinchó una buena faena.
Rubén Pinar paseó la única oreja del festejo, tras una tarde completa del diestro, en la que su oficio y entrega le llevaron a ganar la pelea ante sus dos enemigos, la segunda de ellas con el premio de una oreja.
Serrano tuvo en el tercero al mejor toro de la tarde y le realizó una buena faena, con pasajes de temple y hondura en su toreo, pero estuvo muy desacertado con los aceros. En el que cerró plaza, con peligro, puso mucha voluntad, pero con poco que conseguir.
Escribano quedó inédito con el peligroso primero y con el segundo de su lote, tuvo tan poco entrega como el astado.