Uno de los mejores alpinistas de la región es albacetense y bombero. Se trata de Óscar Cardo Briones, que entre sus hazañas cuenta con haber hecho cumbre en la primera expedición que Castilla-La Mancha mandó el Everest en 2006. En los últimos años, Cardo se ha embarcado en otra aventura, esta vez con un carácter solidario que lo ha enganchado por completo.
Hace tres años pasó por una de las zonas más altas y más inexploradas de Pakistán, a la falda del Karakórum, la cordillera donde se encuentran las montañas menos accesibles de todo el planeta como el K-2, el Nanga Parbat o el Gasherbrum. «Ni en el Hilamaya, en el Everest, las zonas son tan agrestes y tan salvajes como aquí», relató Cardo a este diario.
Llegó a una pequeña aldea llamada Hushé, de unos 1.700 habitantes, a 3.100 metros de altitud, donde no hay luz ni agua potable y se encontró con Little Karim, el mejor porteador que trabajo con Televisión Española en Al Filo de los Imposible, y también con el que fuera creador y director del programa, Sebastián Álvaro. «Teníamos amigos comunes y allí empezó todo, conocí a la Fundación Sarabastal y me enganché. Llevo tres años pasando allí los veranos, colaborando, y hasta he abierto una sucursal en Albacete». Esta Fundación, con sede en la zaragozana localidad de Caspe, lleva 24 años trabajando en la zona con el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus habitantes. «Se trabaja en la sanidad, la educación y la agricultura. Por ejemplo se becan a los niños para todo un ciclo educativo y gracias a ese trabajo ahora están volviendo a la aldea los primeros titulados universitarios», destaca Cardo recordando que Pakistán tiene un nivel de analfabetismo brutal.
Celebran la llegada a la cumbre en esta aguja de granito. - Foto: O.C.La zona es de paso para los que bajan de Karakórum de forma directa hacia la civilización tratando de evitar un largo camino de vuelta, pero resulta muy peligrosa y se producen muchos accidentes e incluso muertes.También es una zona donde están los mejores trekking y también los más duros y «la gente del pueblo trabajaba haciendo literalmente de burros de carga para los hombres blancos y empezamos un proyecto para hacerlos guías de montaña o guías de altura y se puedan ganar la vida sin tener que reventar del esfuerzo».
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