Fue la gran triunfadora de las dos anteriores temporadas, un abrumador e indiscutible éxito de crítica y de taquilla batiendo todos los récords de colgar el deseado cartel de «no hay billetes» en el Teatro de La Latina, donde había que solicitar las entradas con mucha anticipación. Después tocó, también durante varios meses, gira por todo nuestro país, con una larga y similar parada triunfal en Barcelona. Y ahora, a partir del próximo jueves 17, vuelve a las tablas del mismo escenario madrileño y ya hay problemas para encontrar localidad. Pongamos que se habla/escribe de Los chicos del coro, en versión teatral. De qué otra obra, si no, con todo lo explicado líneas arriba. Y con un importantísimo y reconocidísimo protagonista fuera de las tablas: el rodense Pedro Víllora, autor de la versión española, con la que ha ganado varios premios incluso de corte internacional como el Broadwayworld a la mejor adaptación.
Hasta el punto de que, en su vasta y multifacética carrera que abarca múltiples asuntos de las artes escénicas, literarios de todos los géneros, didácticos y críticos, hay muchos otros éxitos, pero considera que este es «uno de los más importantes trabajos» que ha llevado a cabo. «Mi satisfacción no es sólo por tanto reconocimiento, sino porque tenía la gran responsabilidad de no decepcionar las expectativas de los muchos admiradores de la película y, desde luego, no traicionar el espíritu de su director, Christophe Barratier», cual cuenta a La Tribuna. Por cierto que éste dijo cuando la vio en Madrid que era la mejor versión que había visto jamás, incluso mejor que el original suyo.
Con su gran experiencia teatral, Víllora, responsable de introducir muchos cambios en Los chicos del coro, especialmente al incorporar el personaje femenino de la profesora, varias canciones nuevas y muchos diálogos que no existían en el original, estaba corriendo un riesgo. «Me siento satisfecho de haber decidido escribir letras en español para las canciones originales, cosa imprescindible porque las letras forman parte de la trama y el espectador debe poder comprender todo lo que ocurre».
También ahora existen algunas variaciones en el reparto con algunos cambios. Por ejemplo, hay una decena de niños nuevos, que han salido de las pruebas que se han hecho recientemente, y que se mezclan con los muchos que venían de anteriores temporadas. Debido al éxito por todas partes, durante la gira ha sido necesario cambiar a alguno de los adultos, por compromisos profesionales que ya tenían firmados, pero del estreno se mantienen Rafa Castejón, Eva Diago e Iván Clemente. A ellos se han unido Xisco González, Manu Rodríguez y Chus Herranz, que tienen una enorme experiencia haciendo musicales.
Eso sí, tanta satisfacción está algo empañada porque este espectáculo con la problemática de estos chicos, con final feliz, no haya podido disfrutarse en Albacete, de modo que ninguna de las más de 400 funciones, con más de un cuarto de millón de espectadores, se visto en su tierra. Y sí en otras ciudades, destacando las del Teatro Tívoli de Barcelona y en verano de 2024 ha estado en el Teatro Olimpia de Valencia, el Arriaga de Bilbao y el Calderón de Valladolid.
El rodense confiesa no saber la razón de esta ausencia, y se aventura a suponer que habrá sido por cuestiones económicas, porque es un espectáculo muy caro de mover, con músicos que tocan en directo, muchos actores entre adultos y niños, y un gran equipo técnico. «Ojalá hubiese podido estar en Albacete, con los paisanos y cerca de mi familia y vecinos. Porque, además, para escribir el texto, me he inspirado mucho en recuerdos que me han transmitido mis padres, mis tíos y sus amigos, así que hay un eco de Albacete en la recreación de esta educación propia de los años 40». Algo es algo.
Y mucho es mucho. Porque la actualidad noticiosa y profesional de Víllora, una vez iniciado el nuevo curso de representaciones, es continua e incluso una de ellas se adelanta en un día a la de Los chicos del coro. Porque el próximo miércoles 16 comienza en el Teatro Romea de Murcia una larga gira de María Callas, sfogato, de la que es autor, con las que califica de «interpretaciones magistrales» de Mabel del Pozo como la propia y mítica cantante de ópera, y Anabel Maurín como Bruna, su asistente y confidente.
Esta creación de un convicto y confeso aficionado -y, claro, entendido- a la ópera, ya se vio en Madrid y otros lugares, igualmente siempre con éxito, en 2021, 2022 y 2023, pero ahora la ha adquirido una de las más importantes productoras españolas -posiblemente la mejor-, SÖM Produce, responsable de éxitos como The Book of Mormon, Mamma Mia, Chicago o la obra sobre Lorca y Concha Piquer En tierra extraña.
María Callas, sfogato es una obra que transcurre en la última noche en la vida de la soprano, cuando le asaltan sus recuerdos y siente que nunca más podrá volver a cantar. SOM ha preparado una gira larguísima, con más de cien representaciones en toda España, y su autor espera tener más suerte que con Los chicos del coro y que pueda verse en Albacete. «Así es, me haría mucha ilusión porque es uno de los textos que he escrito con más cuidado y en los que he puesto más de mí mismo».
En clara referencia a las reflexiones del personaje de Callas sobre el arte, la vida y el amor, que aunque son fruto de una larga investigación en su vida y obra, son las que corresponden a la manera de entender las cosas del rodense, incluso en lo personal, de su existencia. De modo que tiene claro que en la cantante hay mucho de él, «aunque no lo parezca», asegura.
También ligado con la ópera, este especialista que es Víllora está actualmente involucrado en un encargo que le han hecho el Instituto Cervantes de Cracovia y el Teatro Real de Madrid. Porque dentro del ciclo Creadores teatrales españoles' en la ciudad polaca se proyectan grabaciones de este género lírico, entre ellas El público, con música de Mauricio Sotelo sobre la obra de García Lorca.
Pero también de grandes ballets como Carmen y Fuenteovejuna de Antonio Gades o El amor brujo de Víctor Ullate. La labor de Víllora consiste también en grabar presentaciones de alrededor de 15 minutos cada una donde habla de los espectáculos y sus creadores, a fin de que los polacos que asistan tengan información sobre lo que van a ver. Por invitación de la escritora y poeta Beatriz Hernanz, directora del Cervantes de Cracovia, el rodense se muestra encantado de «extender lo mejor de la cultura española».