El Albacete, esta vez, hizo sus deberes y ganó a un rival directo en la lucha por abajo. El conjunto manchego salió enchufado y pasó por encima del Málaga en los primeros 20 minutos. Lo que pasó después fue un cúmulo de cosas que, por fortuna, no terminaron de afectar al resultado que campaba en el marcador en esos primeros 20 minutos pletóricos del mejor Albacete.
Kofane volvió a ver puerta, Morcillo regresó a la titularidad con gol y el equipo le puso todo lo que tenía en aguantar el chaparrón cuando llegaron las expulsiones y el partido se volvió totalmente loco. El Málaga se encontró con un Albacete muy serio que pudo con todo y contra todos.
Alberto González introdujo cambios en la alineación. Tras defender a Fidel por la «profesionalidad» al asumir su error en Burgos y destacar su temporada y trabajo en los entrenamientos, el técnico se dejó al jugador en el banquillo, poniendo a Pablo Sáenz en la banda derecha. Lazo ni estaba en la convocatoria, por molestias en la última sesión, así que Morcillo entró por la izquierda y Juanma, homenajeado por su centenar de partidos con el Alba, se fue a la media punta.
El Albacete sumó tres valiosos puntos en un partido épico - Foto: Rubén SerralléArriba el técnico mantuvo al joven Kofane y fue protagonista por varios motivos. El primero fue que cazó el primer balón que llegó al área, centrado por Agus Medina tras una fantástica jugada de Riki, para hacer el 1-0 a los dos minutos de partido. Experto en goles tempraneros se está haciendo el camerunés.
En contra lo que pasó en Burgos, el Alba había salido muy enchufado. Tanto es así que se comió literalmente a un Málaga que no sabía ni por donde le venían las andanas locales. En el minuto 10 Nelson Montes tenía que sacar bajo palos otro remate de Kofane y uno después Agus Medina cabeceaba fuera otro remate claro. Riki quiso unirse a la fiesta y lo intentó desde la frontal, pero su remate se marchó fuera. Solo existían un equipo en el campo y en el minuto 20, otra gran transición tras robo hizo que llegase el segundo gol al marcador. Pacheco la robó, Kofane dio un pase al espacio, Juanma la dejó pasar y apareció Morcillo para poner la directa desde el centro del campo hasta plantarse delante de Herrero y levantar el balón ante su salida para hacer el 2-0.
paso a la locura. El delirio era total en la grada. El Alba lo estaba bordando en un partido de extrema necesidad. La presión, capacidad para robar la pelota con rapidez y claridad de ideas ofensivas mostraban la mejor versión de un equipo que solo muestra de vez en cuando, pero que cuando lo hace no tiene rival.
El Albacete sumó tres valiosos puntos en un partido épico - Foto: Rubén SerralléPero llegó el festival particular del colegiado Moreno Aragón y el VAR, con López Toca. Kofane hace una falta sobre Pastor pugnando por la posición en el minuto 22 y el árbitro saca la tarjeta amarilla al camerunés. Los jugadores del Málaga empiezan a increpar y pedir algo más. Finalmente, el VAR llama a Moreno Aragón al monitor, señal de que iba a cambiar la decisión. Efectivamente, el colegiado anula la tarjeta amarilla y muestra la roja. Entre las protestas, el colegiado se gira, habla con su compañero del VAR y muestra otra roja, a Pacheco, por hacer el jugador la señal de ir esposado. De pronto, el Alba se queda con dos jugadores menos. La grada ¡fuera, fuera¡ y cosas peores, el ambiente caliente a mas no poder en el campo y el Málaga que se lanza a por el Albacete.
En el minuto 31 Pepe Sánchez le quita un remate a Izan Merino en la caída, el jugador del Málaga agrede al defensa del Albacete. Otro que se marcha antes de tiempo a los vestuarios y la cosa, al menos, se iguala un poco, nueve contra 10. Incluso pudo el Alba hacer otro gol en un par de buenas llegadas tras la expulsión del rival, pero la primera parte acabó con los malacitanos en el área manchega buscando recortar distancias en los siete minutos de añadido.
susto sobre el césped. Todavía hubo tiempo para un susto. Un saque rápido y medido de Herrero dejaba prácticamente solo a un jugador del Málaga. Pablo Sáenz corría para despejar y Lizoain salía de su área como una locomotora. El choque entre los dos compañeros fue brutal y hubo alarma. Salieron todas las asistencias y por fortuna pudo salir del campo por su propio pie, pero tenía que ser sustituido con una fuerte conmoción, entrando Javi Villar.
El Albacete sumó tres valiosos puntos en un partido épico - Foto: Rubén SerralléLa última de la primera parte fue para el Málaga, con un disparo a bocajarro de Antoñito que sacó Lizoain. Acababa una primera parte en la que hubo dos goles, tres expulsiones y un encontronazo que pudo ser grave. No estaba siendo un partido aburrido, desde luego. Lo mejor, que el Alba ganaba por 2-0.
Pellicer movió a todo el equipo con un triple cambio para iniciar la segunda parte. El Alba claramente defendiendo con dos líneas de cuatro y el Málaga intentando aprovechar su superioridad para darle la vuelta al marcador.
Poco tiempo se había consumido cuando Pellicer hacía otro doble cambio, es decir, el técnico del Málaga había metido cinco hombres de refresco para aprovechar su superioridad numérica. El acoso sobre la portería de Lizoain era más que evidente, con jugadores manchegos poco acostumbrados a defender, lo que era un hándicap que desde el banquillo había que solucionar. Aquí ya era cuestión de defender lo que se tenía, porque la cosa no daba para más.
El Albacete sumó tres valiosos puntos en un partido épico - Foto: Rubén SerralléAlberto González movió su banquillo, quitando a Juanma y un Álvaro Rodríguez con problemas físicos. Poco después era un cansado Morcillo, que solo corría hacia adelante, el que protagonizaba una buena jugada que apunto estaba de acabar en el tercer gol manchego, lo que obviamente animaba a la grada, porque además se pasó a jugar unos minutos en el campo del Málaga y se respiraba un poco del agobio sobre la portería de Lizoain.
Lizoain tenía que intervenir con acierto, porque otra vez el Málaga apretaba sobre la portería del Albacete. El conjunto manchego intentaba mantener la pelota todo el tiempo posible, pero el Málaga llevaba un hombre más y jugadores más frescos.
Ambos equipos realizando seis cambios, ya que según normativa cuando un jugador sufre una conmoción, como había sufrido Pablo Sáenz, los dos equipos pueden hacer un cambio más. El último en el Alba era un Morcillo que se despedía del partido ovacionado por una grada que paso al delirio cuando el árbitro pitó el final del encuentro.