Tuti Fernández dirige la banda sonora del musical 'Avenue Q'

Emilio Martínez
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El polifacético artista albacetense está cargado de proyectos, entre ellos su tercer disco de jazz

Tuti Fernández, durante un recital. - Foto: E. Martínez

La enorme inversión de la productora española que va a subir a las tablas del Teatro Caixabank Príncipe Pío el ya legendario musical Avenue Q, cuyo primer pase será el próximo 2 de mayo, no ha reparado en gastos para contratar a quienes considera los mejores y más expertos artistas en todos los sentidos. Y, claro, junto a actores, cantantes, diseñadores y manipuladores de marionetas de su amplio reparto, era fundamental alguien que garantizara la adaptación, arreglos y dirección orquestal. De ahí que para ello el elegido sea Tuti Fernández, quien, además de dirigir también toca la guitarra, y ya está con los imprescindibles ensayos con los también destacados músicos en directo. Un detalle que agradece el multifacético albacetense -también compositor, autor y  director teatral y cinematográfico- y le hace volcarse con especial ilusión. Aunque con su habitual modestia explica que no va a valorar el calificativo de mejores, «y menos en mi caso, porque eso debe dictaminarlo el público», pero sí que «todos los elegidos son extraordinarios profesionales».

Parecen muy lógicas, pues, las enormes expectativas que ha desatado la vuelta a la cartelera, tras sus dos meses de éxito el año pasado -que entonces no pudieron prorrogarse por problemas de fechas de la compañía y el propio Teatro- de esta comedia musical. Que, desde su estreno en el legendario Broadway neoyorquino hace dos décadas largas, ha recorrido medio mundo de éxito en éxito con gran número de versiones teatrales y se haya hecho acreedora a multitud de galardones, entre ellos tres Premios Tony. Tanto por la su originalidad como por los justos calificativos de irreverente, divertida, irónica y sorprendente que la han definido con precisión y siempre muy lejos de lo política y socialmente correcto.

Ya que el argumento, escrito por Jeff Whitty, narra la conmovedora historia de un recién graduado universitario que llega a la gran ciudad con muchos sueños y poco dinero, y que solo puede permitirse vivir en una en principio poco recomendable Avenida Q. Allí conocerá a un variopinto grupo de personajes con los que abordará temas como racismo, drogas, homosexualidad, política o pornografía. Todo ello desde una perspectiva adulta, por lo que no se prohíbe pero se recomienda que no asistan menores de 16 años, dejando como es lógico la responsabilidad a sus padres y/o tutores encargados de su educación y formación.

Si la obra, que codirige el también albacetense Gabriel Olivares -junto a José Félix Romero-, ha calado hondo en todas partes se debe tanto al citado libreto como a una de las músicas de mayor calidad de otras semejantes, que Tuti ha adaptado y orquestado, así como las letras de las canciones. La compuso el neoyorkino Robert López, también autor de otro de los igualmente exitosos musicales recientemente estrenados en Madrid, The Book of Mormon.  Y que en su trayectoria es de los pocos compositores que ha ganado lo que se conoce como los cuatro grandes: Oscar, Emmy, Grammy y Tony. Siendo no sólo el más joven de todos ellos sino también el único que ha repetido galardón en varias ocasiones.

Este enorme cartel a nivel nacional que posee Tuti -quien también fue alumno destacado del prestigioso Berkley College of Music de Boston, donde extendió el gusto por el flamenco jazz- le ha llegado hace años merced a su incesante trabajo no sólo con la guitarra sino también acompañando a grandes músicos -ahora a Pitingo-. A lo que hay que sumar su faceta componiendo bandas sonoras para teatro, con un total de más de medio centenar de obras, muchas también con su autoría de textos, guiones, puestas en escena y dirección.

Una tarea que comenzó muy joven, casi como niño prodigio, en la que ya acumula tres décadas y se encuentra muy realizado, como sostiene. «El mundo de la interpretación siempre me fascinó, y he visto dirigir a grandes actores de este país por grandes directores también. Siempre prestaba atención en los ensayos para ver cómo dirigían y hace muchos años probé suerte con mi primer corto que gustó mucho. Por ello, mis cortometrajes empezaron a tener mucho éxito y después comencé a dirigir teatro también».

Luego llegaron los encargos de largometrajes, documentales y otros variados trabajos de audiovisual también en función de autor o coautor de guiones hasta que, como es lógico, se fue encargando de las bandas sonoras de sus nueve cortos y para su reciente primera película, La fuga -ya estrenada con éxito y que puede verse en las plataformas Amazon y Movistar- donde, cual un muy particular y muy artístico Juan Palomo en grado máximo aporta guion, dirección  y música. A todo lo cual es justo, necesario e imprescindible añadir que también prepara temas para su tercer álbum de jazz con su grupo, con el que ya ha editado dos anteriores, el segundo de ellos, De verdá, grabado en directo en el Teatro Circo y con un enorme toque flamenco.

Echando la vista atrás, el polifacético personaje confiesa con la ironía y el sentido del humor paisano que siempre le ha caracterizado que en principio a él lo que más le atraía era la percusión, cuyos estudios oficiales incluso llegó a iniciar de muy pequeño en el Conservatorio de Albacete, ya que con sólo tres o cuatro años el único regalo que quería eran tambores. «Y es que entonces los sonidos de las procesiones de la Semana Santa me alucinaban y mi madre pensó que podría estudiar percusión».

El interés por la guitarra vino más tarde ya que en su casa siempre había fiestas flamencas organizadas por su  padre y ya comenzó con la guitarra flamenca con el que califica como «gran maestro Manuel Amador El Araña, todavía en activo. «Después de eso llegaron el rock y el jazz y toda esa mezcla dio fruto a la música que hago ahora». Un ahora de máxima actualidad en el que, además de seguir con las canciones para su próximo álbum de jazz y de su labor al frente de la orquesta de Avenue Q, prepara la nueva gira de ese original cantaor que es su amigo personal Pitingo.

También líneas arriba se ha tocado el asunto del humor albaceteño, del que es uno de los mejores embajadores, ya que nunca falta en casi todo lo que lleva a cabo como guionista, de los que se siente orgulloso. «No por mí, sino por la época dorada que estamos atravesando al respecto con él como casi la columna vertebral humorística a nivel nacional». Y a fuer de que se le olvide alguno cita, «empezando por el gran maestro José Luis Cuerda, a Joaquín Reyes, Goyo González, Ernesto Sevilla, Raúl Cimas,  Pablo Chiapella y Cristina Soria, «llevando la bandera de Albacete por todas las televisiones y los escenarios de España».