No ha sido una corrida muy complicada para las cuadrillas, pues los toros no desarrollaron peligro ni demasiadas complicaciones en los primeros tercios, dando la cara en el último, para bien, como fue el tercero, de Daniel Ruiz, el primero, de Jandilla y el sexto, también del hierro extremeño.
Sin embargo, para las cuadrillas, no fueron demasiado complicados, porque se dejaron picar, con mayor o menor entrega, se dejaron banderillear, con mayor o menor lucimiento y se dejaron lidiar, sin ofrecer demasiadas complicaciones a los de plata, porque cuando dieron la cara fue en el ultimo tercio, algo a lo que ya nos tienen acostumbrados casi todas las ganaderías, que rompen, para bien o para mal, en la muleta.
Hay una teoría, a la cual soy adepto, de que los toros actualmente apenas se dejan torear de salida y pocos lucimientos con la seda podemos ver en las corridas. Dice esta teoría que debido al exceso de manejo en las ganaderías, saneamientos obligatorios, fundas, etc, los animales se acostumbran a la presencia de humanos, por lo que no se entregan de salida, y no es hasta después de banderillas cuando sacan el fondo que tienen, o para bien o para mal, por lo que nos podemos encontrar a toros o novillos, que se complican en los primeros tercios y llegan a la muleta entregados y con clase y al revés, toros que apenas complican su lidia, eso sí, sin demostrar nada bueno, que llegan al último tercio complicados y deslucidos.
Cuadrillas. Pero vayamos a valorar la labor de las cuadrillas, comenzando por el tercio de varas, empezando por José Antonio Barroso en el primero de la tarde, que picó trasero y caído, siendo protestado por el público. Juan Francisco Peña recetó un puyazo bien cogido, empujando abajo el de Daniel Ruiz, lidiado en segundo lugar, al igual que hizo Sergio Molina en el tercero, que embistió abajo. Salvador Núñez le recetó un suave puyacito medido al cuarto y se durmió el toro en el caballo montado por Juan Melgar en el quinto, finalizando la tarde un buen puyazo de Manuel Nogales en el que cerró la tarde, que empujó con un pitón.
En las lidias habría que destacar a Curro Vivas en el segundo, Antonio Chacón por breve en el tercero, la suavidad y largura de José María Soler con el cuarto, el temple de Agustín Pérez con el quinto y Viruta en el sexto, con gran solvencia.
Con los palos destacaron José María Soler en su primer par y José Fernando Núñez en el suyo con el primer toro, solventes Agustín Pérez y Álvaro López en el segundo, Viruta en un segundo par en el tercero, Álvaro Montes y José Fernando Núñez en el cuarto, Vivas y Álvaro López en el quinto y un gran tercio en el sexto de Antonio Chacón, que se desmonteró para saludar. Mañana más con la corrida de La Quinta.