El Juli, en la temporada de su adiós, se despidió ayer de la plaza de toros de Albacete y de su Feria, en la que sumado el festejo de ayer, suma 27 corridas de toros, más de la mitad, 14, con toros de Daniel Ruiz, como sucedió ayer, con el remiendo de dos toros de Jandilla. Ha cortado 34 orejas y un rabo y de estos trofeos 21 apéndices han sido de toros del Cortijo del Campo y el rabo también, el simbólico de un indulto. Unido, por tanto, en Albacete, el destino de El Juli y Daniel Ruiz, en tarde de homenajes al diestro madrileño, con varias lonas en el ruedo diciéndole hasta siempre maestro y, tras el paseíllo, el regalo de una navaja por parte del alcalde de la ciudad, Manuel Serrano, y un obsequio también de la Fundación del Toro de Lidia, aunque para ser sinceros los regalos comenzaron antes en los corrales. Una corrida con dos hierros, con pobre presentación, pese a taparse algunos por la cara, y con un único toro de aceptable presentación, el sexto, del hierro de Jandilla.
Tuvo todo a favor para el triunfo El Juli, hasta la meteorología, que respetó y se pudo celebrar el festejo, y el público, entregado con el diestro madrileño y un resorte en el brazo para pedir las orejas según doblaban los toros, con tres para el diestro madrileño, dos para el peruano Roca Rey y una para Ureña, que no fueron más porque con el quinto y sexto toro los diestros fallaron a espadas.
Inicio trinfal. El primero de El Juli fue un toro de Jandilla de pobre presentación, que no se entregó ni en el capote ni en el caballo, donde recibió un puyazo trasero. Realizó el madrileño un quite por chicuelinas, rematado con una revolera y, tras un mal tercio de banderillas de su cuadrilla comenzó la faena por bajo y el toro dobló. Le siguieron series por la derecha, con tanto temple y mando como desajuste, con muletazos y pases de pecho hacia afuera, y sólo hubo una serie más ajustada, pero eso daba igual, el público estaba entregado. Como lo estuvo en su dispar toreo al natural y en el final de faena con cambios de muleta de mano por la espalda a un toro noble, con clase y que tuvo entrega en sus embestidas. Cobró una estocada trasera que fue suficiente para despachar al astado y que aflorasen los pañuelos, con la concesión de dos orejas para el diestro y la vuelta al ruedo para el toro.
Asistente, de Daniel Ruiz, fue el toro de la despedida de El Juli en Albacete y, con tantas tardes de triunfo que compartieron el diestro y la ganadería, ayer no hubo complicidad, con un toro blando, sin clase ni entrega que poco permitió al diestro madrileño. Buen detalle de la Unión Musical Ciudad de Albacete, que comenzó con la música desde el inicio de faena, algo que luego agradeció el diestro, pero el astado permitió poco al torero y, tras probarlo por ambos pitones, incluso en la distancia corta, decidió abreviar y lo hizo con una estocada trasera. Después llegó el premio de otra oreja.
El primero del peruano Roca Rey, también de Daniel Ruiz, no tuvo entrega en el capote y después se fue suelto al caballo que guardaba la puerta, aunque Rey se desquitó con un vistoso quite con chicuelinas, tafalleras, un farol y una larga. Brindó su faena a su compañero El Juli, porque tampoco se quiso perder la triunfal fiesta, y se clavó de rodillas para recetarle dos derechazos y dos pases cambiados que caldearon los tendidos, pero ya puesto en pie todo bajó de tono ante un toro que protestó por el pitón derecho y que por el izquierdo aceptaba los naturales de uno en uno. Así los sumó Roca Rey, hasta que fue volteado, sin consecuencias. Se levantó y estuvo muy firme, logrando una serie al natural templada y ajustada. Volvió a la mano derecha y al toro le costó más, por lo que optó el diestro por circulares en la distancia corta y un final de faena con ajustadas bernadinas. La estocada quedó caída, pero no importó, los pañuelos volvieron al viento y Rey paseó dos orejas.
No tuvo entrega de salida el sexto, que recibió un buen puyazo, en el que empujó con un pitón, y buenas banderillas de Antonio Chacón, que se desmonteró. Inició la faena por abajo y después se sucedieron las series por ambos pitones, dando mucho tiempo al toro entre una y otra, sin ajuste y poco lucimiento en una labor que dilató en exceso y acabó con unas manoletinas. Como Ureña, estuvo muy desacertado con los aceros, con hasta seis pinchazos y un descabello, escuchando dos avisos.
El peor parado. El segundo de la tarde, el primero de Daniel Ruiz, se tapó más por la cara, suelto de salida y donde únicamente se empleó fue en el caballo. Ureña le realizó un ajustado quite por gaoneras, rematado con una revolera. Tras brindar su faena al ganadero Daniel Ruiz hijo, comenzó con ayudados por alto y en el de desprecio, el toro dobló. No tuvo el astado ni clase ni entrega en la muleta de un Ureña que lo intentó por ambos pitones, sin lucimiento, pero exponiendo en la cara del toro. Ya con el toro rajado, se pegó un arrimón junto a las tablas del tendido 5 de la plaza de toros y remató su labor con un bajonazo. Volvieron a aflorar los pañuelos, que era tarde de mano fácil, y el diestro afincado en Albacete paseó una oreja.
Con templados lances a la verónica recibió Ureña al quinto, ganándole terreno y rematando con media en los medios. Brindó al público y cito de lejos, pero el toro tomó el primero y comenzó a quedarse corto y echar la cara, aunque el diestro logró que no tropezase la muleta en una labor templada y ajustada, con mucha firmeza por parte del diestro. Peor condición tuvo el astado por el pitón izquierdo, por donde se le coló y ya con el toro apagado se pegó otro arrimón en buscar de calentar nuevamente al respetable. Estuvo desacertado con los aceros, pues pinchó hasta en seis ocasiones, y ahí se le fue la esperanza de la oreja que le hubiese valido para acompañar a El Juli y Roca Rey en la salida en hombros. Hubiera sido la guinda a una tarde triunfalista.