Vivir en barrios  mejora la salud de sus habitantes. Aspiran a ello los pobladores anónimos de las grandes ciudades anónimas e insoportables. Poco a poco, se va descubriendo, aunque tal vez ya sea tarde, que la vida en el barrio donde vivieron los padres o viven aún la familia o los amigos, contribuye a la calidad de vida. Cada vez más gente sueña con al volver al barrio en el que nació o creció. Volver al barrio es como volver al pueblo donde enraizaron los bisabuelos, los abuelos y hasta los padres antes de emigrar a Madrid, Barcelona o Bilbao. Volver al barrio, en tiempos de especulación y alquileres disparados, es algo más que un ejercicio de añoranza, es una acto poético, la recuperación de un pasado en el que la vida se  mostraba ilusionante. Para eso se necesitan barrios mejorados en sus infraestructuras, en su oferta de servicios, en comercios cercanos, donde ser tratado como un amigo y no como un cliente.
En  días pasados un vecino del barrio de Santa Teresa comentaba  estar harto de ver caerse a la gente por las malas condiciones del acerado. Y es que existen en Toledo barrios en los que el Ayuntamiento no ha gastado un duro, cuando existía la peseta, y más tarde, un euro, desde que se construyó el barrio. Se acumula así un deterioro difuso que crece a impulsos exponenciales. Solo hay que haber conocido los locales abiertos, no precisamente bares, en los tiempos pasados y comparar con los cerrados ahora. Nacen en Santa Teresa comercios  espasmódicos: se crean en tres días y se cierran en pocos meses. El barrio ha envejecido  en la biología, en su economía interior, en su urbanización viaria, en su arquitectura anticuada. Necesita una 'Rehabilitación Completa', así, con mayúsculas. Devolver a los barrios utilidades sociales y colectivas sería como pertenecer a un club selecto que cuida y atiende a sus vecinos. Fue el sueño de una mujer que, sin ser arquitecta ni urbanista, combatió la  deshumanización de las ciudades verticales y el urbanismo de carreteras. Defendía un modelo de seguridad basado en la confianza de los vecinos. Un espacio de socialización en el que se establecen vínculos más allá de la relación comercial o residencial. Se llamaba Jane Jacobs. Y la próxima semana  les contaré algo de su  obra.