Una especie de reconquista de la siempre difícil y compleja plaza de Madrid. O, mejor, de una nueva conquista: la que protagonizó Karmento el pasado fin de semana en la presentación de su último y reciente disco, La serrana. Porque la de Bogarra ya sabía lo que era triunfar en la capital española en anteriores conciertos, sí. Pero nunca había afrontado el compromiso de hacerlo en una de las salas más exigentes y de mayor cabida como es el Teatro Eslava y rodeada de gran atención mediática. Y, cual era previsible con la calidad de su voz, sin olvidar su sentido del show, no sólo lo consiguió, sino que esta vez el éxito fue apoteósico. Con un público entregado de principio a fin con una puesta de largo en la que se cuidó hasta el más mínimo detalle para ofrecer un espectáculo redondo.
Porque Carmen Toledo, su nombre real, demostró que su faceta artística va mucho más allá de la composición, de las poéticas y literarias letras, de la potencia y versatilidad de su voz, que no es poco. Porque, cual apuntaba un crítico musical presente, ella es mucho más que una cantante, ya que la mejor definición que puede hacerse es concederle la calificación de intérprete, una catadura al alcance de escasos profesionales, por ejemplo Rocío Jurado, Raphael y Mina.
Es menester, justo y necesario destacar que Karmento estuvo arropada por su banda habitual que encabeza el teclista Emilio Abengózar, junto a la violinista Albany Guedez y la percusionista Rosi Herreros. Y a la que ha sumado a la guitarra a Maribel de Lamo para la actual gira por toda España que comenzó con el difícil, y superado, examen de Madrid el pasado viernes 23, siguiendo por Barcelona al día siguiente con idéntico éxito, y un sinfín de fechas ya cerradas, «más las que vayan saliendo», como afirmó a La Tribuna su mánager David Aguado, de la discográfica y promotora El Tragaluz.
Precisamente tras el impulso definitivo a la carrera de la bogarreña que fue su participación en el Benidorm Fest gracias a David, éste, después de conseguirle un hueco en la prestigiosa y lujosa Eslava, se volcó con mucha fuerza para redondear una puesta en escena de auténtico lujo. «Es así, porque de cantar muy bien y calar en el público ya se encarga ella», como declaró a nuestro periódico. También satisfecho de las decenas de entrevistas de promoción que le consiguió con anterioridad en los más importantes medios de comunicación de alcance nacional.
De tal manera que, además de la música a cargo de Karmento y su banda -a la que ella citó varias veces a lo largo del concierto reclamando aplausos-, otros expertos profesionales se habían volcado. Fueron Javier Pageo, a cargo de la escenografía y la dirección de luces; Senén Plaza, con el sonido -perfecto a lo largo de todo el recital-; Ana Almenara, con el original vestuario de la cantante, y Pitu Sánchez, que fue responsable de su maquillaje y peluquería.
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