Víctor Martínez, uno de los grandes terceros

Pedro Belmonte
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La pasada temporada, la vigésimo séptima de su carrera, pudo sumar medio centenar de actuaciones, con 20 toreros, novilleros, así como alumnos de la Escuela Taurina albacetense

Víctor Martínez en la plaza de toros de Albacete. - Foto: Visuña

El hellinero Víctor Martínez es, sin duda uno de los mejores terceros del panorama taurino nacional, lo que se demuestra con un buen número de actuaciones durante la temporada de 2024, que sobrepasa el medio centenar, con muchos toreros en plazas de responsabilidad, ya que los diestros, ya sean novilleros o matadores, buscan la efectividad con las banderillas, que en este caso también hay lucimiento y ortodoxia, buena colocación y oportunidad y certero con la puntilla, cualidades estas que adornan a este banderillero, quien con su humildad y profesionalidad hace ser requerido por gran cantidad de diestros, en unos momentos en los que torear es costoso y escaso, logra que cada temporada termine con buenos números.

No es habitual verlo, leerlo ni escucharlo en grandes entrevistas, su discreción es tal que nunca está en medio, pero cuando pisa el albero, le gusta hacer las cosas de forma impecable, reduciendo la lidia en la medida de sus posibilidades.

«Ha sido una temporada en la que he podido sumar medio centenar de festejos toreando con un buen número de toreros, creo que han sido casi 20, y ha sido la temporada 27 de mi carrera. He toreado principalmente con gente de la tierra, como Mario Sotos, Rubén Pinar, Molina, Alejandro Peñaranda y de fuera como Antonio Ferrera en tres ocasiones, los franceses Maxime Solera y Cristian Parejo. También con novilleros como Manuel Caballero, Samuel Navalón, Francisco José Mazo, Alejandro Chicharro, Tomás González y con bastantes alumnos de la Escuela Taurina de Albacete, lo que me permite dedicar el invierno a la preparación y entrenar todos los días, menos cuando las condiciones meteorológicas lo impiden, pero sí, estoy dedicado a la profesión, de hecho este año ya he empezado a torear, el pasado 18 de enero toreé con Alejandro González en la Puebla del Río».

No intentó ser novillero. «Mi padre fue novillero y después banderillero y el ambiente de casa era taurino, por lo que me empezó a gustar este mundo y como sabía lo difícil que era ser torero, decidí directamente ser banderillero y creo que acerté en la decisión y hasta el día de hoy que me dedico a eso. No quise ser novillero, ni siquiera coger la muleta, empecé directamente de banderillero, en el año 97».

La labor de un tercero es muy concreta. «Tienes que banderillear los dos toros en segundo lugar, lo que te hace que aprendas a banderillear por los dos pitones, estar muy atento al matador en todo momento, guardar el caballo que está haciendo la puerta por si algún toro sale abanto hacia él, intentar que no llegue, estar pendiente del toro después de entrar a matar y la puntilla. Yo no me obsesiono con entrenar la puntilla porque no es lo mismo darle a un punto fijo que a uno en movimiento y cada toro tiene su forma de apuntillarse dependiendo de si se mueve o no, así que entrenar la verdad es que lo entreno, pero sin obsesionarme».

Duros momentos. Un momento duro fue la muerte de Iván Fandiño, ya que pertenecía a su cuadrilla. «El momento más duro que he vivido en la profesión fue cuando la muerte de Iván Fandiño en Aire-Sur-l'Adour, ya que yo pertenecía a su cuadrilla y lo viví muy de cerca, marcando mi vida mucho. Siempre lo recordaré como la peor experiencia que he vivido en el mundo del toro, algo que contamos con ello, pero que nunca piensas que ocurra, aunque a veces si que pasa. No pensábamos que la cogida fuera tan grave, una de tantas que habíamos vivido con él y además, cuando lo trasladábamos a la enfermería apenas sangraba y tampoco vimos una preocupación especial por parte de los médicos, pero luego se complicó todo en la enfermería y vino el fatal desenlace. La cuadrilla nos enteramos como cualquier aficionado, por los portales taurinos de internet, ya que llegamos al hotel y miramos en los teléfonos para ver lo que había pasado en otras plazas y al abrir el teléfono nos enteramos, por lo que no nos creíamos lo que estábamos leyendo, nos quedamos rotos». Una temporada se plantea muy parecida a la de 2024.  «Imagino que este año será similar a la temporada del año pasado, con los toreros de la tierra, que hay muchos con una proyección muy grande, como los que nombré al principio y lo que vaya saliendo».